Me contaba «La Gordi» que la tía está en una fase donde se asusta al ver los espejos, porque no se reconoce, y yo estoy en el mismo punto pero sin reflejos.
He tenido la suerte de ver tres películas de 4 estrellas seguidas, una era un film experimental, «Dead Slow Ahead»; otra una de superhéroes, «Doctor Extraño»; y la última esta peli de autor, «El Ciudadano Ilustre», que trata sobre un literato universal que vuelve a su pueblo después de 40 años y le reciben con cabezas de cordero, un concurso amañado de pintura, sexo prohibido o una cacería de guarros.
Realmente es imposible que a un hombre cuerdo le parezcan una maravilla películas tan dispares, pero como ensalza el contenido de «El Ciudadano Ilustre», hay que enfrentarse a la realidad, por áspera que sea, para después poder mirarte al espejo.
Hay que luchar por salir del lugar que odiamos. A veces sudo sangre al intentarlo.
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