Deslumbrante fusión de unos efectos especiales espectaculares, innovadores e imaginativos que Scott Derrickson mezcla debidamente con imágenes reales.
La factoría Marvel apuesta por un superhéroe diferente interpretado por un simpático y arrogante Benedict Cumberbatch que, sin duda, va a traer una segunda entrega, como ya se anuncia al final del film (no irse hasta después de los créditos de salida).
Mejor verla en 3-D. Es alucinante.
4****