Thriller policíaco con un argumento interesante, sobre una meditada venganza, pero que en conjunto es una madeja deshilachada, poco convincente y distante.
Aunque el suspense está asegurado, hay partes del guión poco creíbles y demasiado rocambolescas, sobre todo el final, que es una vuelta de tuerca excesiva que se pasa de original y llega a ser ridículo.
Aunque el reparto es espectacular, con Julia Roberts, Nicole Kidman y Chiwetel Ejiofor, no te llegas a creer ningún personaje, algo realmente complicado, con una dirección fría y mejorable de Billy Ray.
Remake fallido, pero aun así es entretenido y se deja ver.
2 **