Enfocas, mides la distancia y en medio de la cruz de la mirilla aparece un niño con una granada. Delante de él están tus compañeros, tus amigos, tu familia. ¿Apretarías el gatillo?
De una tierra seca y sórdida como Texas surge un héroe americano que llegó a ser el hombre más buscado en Irak. ¿Por qué?, por tener 255 muescas en su rifle de francotirador.
Tuve la ocasión de cubrir la Guerra del Golfo para la Agencia EFE en 1991, “La Madre de Todas las Batallas” como la denominó Sadam Husein, y puedo aseguraros que la ambientación de la película es sensacional, eso para empezar.
La interpretación de Bradley Cooper como el francotirador Chris Kyle te pone los pelos de punta. Y es el propio Kyle, que fue a la Guerra con los SEAL (Fuerza de Operaciones Especiales de EE.UU.), el que escribió su autobiografía en la que está basada esta soberbia película.
Dirigida por un brillante Clint Eastwood, su estilo férreo, duro, consistente, desgarrador y muy americano, es tan letal como los disparos de Kyle. No falla. A veces parece que el ritmo baja en exceso, pero es para retomar todavía con más fuerza. La banda sonora es también magnífica.
Sus vueltas a casa son cada vez más difíciles. Con el tiempo se siente mejor entre la arena del desierto o saltando por las azoteas buscando una posición idónea para matar que con su propia familia. Busca conseguir una venganza que le quita el sueño.
Si te gusta el “Estilo Clint” no te la pierdas por nada del mundo. Es la historia de una “Leyenda”, del “Satán de Ramadi”. A mí me encantó. Fascinante, contundente y real.
Y recuerda cuando la veas: enfocas, mides la distancia y en medio de la cruz de la mirilla aparece un niño con una granada. Delante de él están tus compañeros, tus amigos, tu familia. ¿Apretarías el gatillo?
4 ****
