Kremer de Seda

Carlos Pecker Pérez de Lama

Zacarías se volvió loco -9-

«¡Nos vamos, nos vamos, nos hemos ido!», Jesús Luna, el jefe de campamento, nos despierta sobre las dos de la madrugada. Amanezco agarrotado entre los brazos de Rocío Gayarre, la jefa de prensa, y José María Coto, redactor de TVE, y lo primero que hago es conectar mi pequeña Sony y salir a grabar. Allí estaba la policía de montaña que había llegado al rescate en una noche cerrada, gracias a las coordenadas que les dieron del GPS, esencial para la localización en caso de pérdida en estas marchas ruteras. La seguridad ante todo.

Empiezan a salir los jóvenes expedicionarios abrigados todavía con sus mantas térmicas y me dispongo a grabarles para saber cómo han pasado la fría noche. La escena es surrealista, porque los aventureros tiemblan comentando su experiencia, pero mi mano no para de tintinear también. Estamos todos helados. Curiosamente la imagen es atractiva por la realidad de los hechos. Esto me anima.

Coge el megáfono un policía de montaña muy fuerte, más ancho que alto, y nos informa de que en hora y media llegaremos a los colectivos. Claro, eso a paso de un policía de montaña. Me parece que nosotros vamos a tardar algo más…

Mientras van saliendo como zombies de la cabaña de llamas me acerco al fuego que han mantenido encendido los monitores y los de material toda la noche. Logro calentarme un poco y le doy media chocolatina con cacahuetes a una rutera que la veo con hambre. Las han repartido los polis.

Luna quiere arrancar pronto y enseguida iniciamos la ascensión. No sé dónde están mis camarógrafos Tamalito y Ñeque y tengo que cargar con las tres cámaras porque no quiero dejarlas en la cabaña, por si se las come una vicuña hambrienta. ¡A saber dónde se han metido estos dos! Voy a dar un trago de mi cantimplora pero el agua está congelada y no puedo ni mojarme los labios. Lo mejor es andar sin descanso para ir calentando los músculos que parecen palos quebrados.

Ascendemos a paso de tortuga, las fuerzas no se han repuesto en tan poco tiempo y con tanto frío. Es la hora de mostrar el espíritu de la Ruta BBVA y nos vamos apoyando unos a otros. Jaime Santirso, ayudante de la Web, me dice que carga con una cámara para que pueda grabar mejor. Jaime mide dos metros, fue pivot de baloncesto y, sobre todo, siempre está alegre y sonriente. Es un encanto. Los de la tele le llamamos «El Patas».

Al rato empiezo a filmar ruteros caídos que no pueden más. No faltan los que me dicen de malas maneras que no quieren salir. Yo les respeto. A lo lejos veo a un aventurero muy especial, se llama Jordi, está doblado, sin mochila, me acerco y le animo, me comenta que él ha ayudado a muchos compañeros antes pero que ahora es él quien lo necesita. Una rutera fuerte y encantadora está a su lado para que pueda seguir ascendiendo. A lo lejos veo a Ignacio Gil, fotógrafo de ABC, que sigue potando no sé qué. Me mira con cara de llama degollada.

La subida es durísima y cada vez caen más. Veo mirando al suelo a alguien que no esperaba, es Juan Albero, encargado de material, fuerte como un toro. Me comenta arrepentido que no debía de haber comido esos garbanzos con morcilla… David, el periodista de Marca que repite este año, está desaparecido. Va tan lento que es posible que amanezca y siga subiendo. El problema es que no hay camino. Es un pedregal y no te puedes quedar atrás. Un monitor y un policía de montaña cierran la exhausta expedición.

A Zacarías le he perdido hace rato. Voy filmando un poco hacia arriba y un poco hacia abajo e intento captar todo lo que puedo, con el pequeño inconveniente de que yo también estoy hecho polvo y si espero unos minutos luego no puedo remontar porque ya no doy para más.

Vemos un poli en un recodo al que todos preguntamos lo mismo: «¿queda mucho?». Nos responde seguro de sí mismo que «20 minutos». Pero pasados 10 minutos volvemos a preguntar a otro que nos dice que «media hora». En fin, que nadie tiene ni idea de cuánto queda para ver nuestros añorados carros.

¿LLegaremos por fin a ver las movilidades?. ¿Aparecerá Zacarías en algún momento?. ¿Le quedará algo que vomitar a Ignacio Gil?

¡¡¡Mañana el último capítulo!!!

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Carlos Pecker

Realizador, Periodista, Camarógrafo, Técnico de sonido, Iluminador, Editor, Profesor universitario y Escritor.

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