Kremer de Seda

Carlos Pecker Pérez de Lama

La Décima

Llego el sábado a media tarde a la redacción del Chiringuito, en Atresmedia, y la redacción ya está en ebullición. Me llevo mi camarita para hacer un making off de este día histórico. Compruebo con el jefe de plató, Irala, las intercom y todas las líneas que entran a la mesa de vídeo: El Estadio Da Luz y la Plaza del Comercio en Lisboa; y la Live U o mochila en Madrid, junto a dos DSNG en Neptuno y Cibeles. Me voy luego al estudio y repaso todos y cada uno de los tiros de cámara con Juan, Manu, Ángel, María y Miguel, los camarógrafos que nunca olvidarán esa noche de estrellas.

Subo a la redacción de nuevo y veo el partido que no puede ser más interesante. El Atleti arranca un gol con pasión y gracias a una salida en falso de Casillas. Los atléticos brincan en las sillas mientras los blancos cambian el semblante y les miran con cierto cabreo. Ya estamos en tiempo de descuento y nadie está sentado en su silla. Las voces suben de tono y alguno golpea insistentemente la mesa, lo que hace que salgan rayas horizontales intermitentes en el televisor. Quim les pide que se tranquilicen.

Grabo a partir de ahora por si se produce el milagro. Tan solo quedan unos minutos y los nervios se mascan como si comieses un bocata de arena. Luka Modric pasa un balón al que no llega Cristiano pero se lleva a un defensor y por detrás aparece como un ángel blanco Sergio Ramos que con un giro de cuello milimétrico incrusta el cuero en la red de Courtois. Los atléticos casi se echan a llorar y los madridistas saltan como si les hubiesen metido un enjambre de abejas por sus prietas y modernitas camisas. Son pura juventud. Da gusto convivir con ellos.

Todos daban ya por ganador al Madrid y fueron cayendo un gol tras otro en una prórroga asesina para los rojiblancos. Simeone pierde los papeles y Ancelotti se consagra definitivamente. Ya nadie se acuerda de la cagada de Casillas, que da efusivamente las gracias a un salvador Sergio Ramos.

Según termina el partido nos colocamos los técnicos en nuestros puestos siempre readys para las conexiones que quieren hacer con el plató 4 del Chiringuito desde el control del 10 de La Sexta Noche, donde acude Pedrerol como invitado especial. En las conexiones prefiero hacer una realización dinámica con una sola cámara ENG que rompa el estatismo de la otra realización, más de debate serio y formal. Éste no lo es.

Según acaba La Sexta Noche empezamos una maratón que terminaría con el bus del Madrid perdiéndose por la Castellana. Intensidad, presión, tensión y muchas conexiones. Primero con el Estadia Da Luz, donde las lágrimas de Roncero en primerísimo primer plano nos dejan congelados tanto a los tertulianos como a los técnicos que vemos como un pedazo de hombre llora de emoción al recordar el gol de Ramos. A su lado su hijo amarrado a su cintura, que ya vibra como el padre con un Madrid de leyenda. Luego entraron en directo José Luis Sánchez, Hermel y Nacho Peña, geniales, como siempre. Especialmente gracioso fue el Reto Wilkinson Lisboa-Madrid mano a mano entre Pedre y Nacho.

Ya en España iban entrando como dulces sueños Antonio Esteva y José Yélamo desde la Cibeles, dando el minuto a minuto de lo que ocurría. Para mi unos auténticos héroes, que aguantaron desde las 17:00 al lado de la diosa Cibeles. Fue muy emocionante la entrevista que le hizo Yélamo a Sergio Ramos después de que tapase el cuello frío de la diosa con dos bufandas blancas para que no se resfriase.

En el plató siguieron debatiendo Gatti, Pipi, Duro, D´Alessandro, Luque, Damián y Rafa Guerrero hasta el amanecer, bajo la eterna batuta de un Pedrerol que disfrutaba como un niño dando paso aquí y allá con tan solo un guiño.

Tengo que dar las gracias a Real Madrid TV por las imágenes cedidas del recorrido del bus y de la celebración del equipo blanco en el centro madrileño. También yo gozaba cambiando de la señal de la cámara de Esteva a la de Yélamo y a las del Real Madrid. Aunque constantemente en mi oreja viejuna oía el machaqueo constante del editor que me pedía cositas varias y me rompía mis momentos mágicos. Esto es así…

El bus pulcro y claro se fue lentamente por una castellana abarrotada de hinchas cuando un precioso azul se descubría en los encuadres generales de los camarógrafos. Vuelvo al estudio y Josep despide esta maratón que terminó pasadas las 6:30 de la madrugada. Cogí el todo terreno y me fui rápido al campo. Dormí poco y paseé feliz por el bosque de encinas recordando esa maravillosa noche.

Al día sigiente fui con el subdirector de edición, Zarek el Bárbaro, a la Puerta del Sol a captar lo que otros no ven. Entrevistó a Casillas y a Diego López y acabé en el balcón junto a Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane, que me miraban de reojo pensando: «¿Y este camarógrafo qué hace aquí?». Pero era una tarde de alegrías y les daba un poco igual. Yo me lo pasé como hacía 300.000 años, más o menos.

Hoy es lunes y Pedrerol escribe en un tweet sobre la audiencia de nuestra noche de la Décima: un 16% de share, con picos de un 37% cuando el Madrid llegó a la Cibeles. Nuestro dato más alto hasta entonces era 8´6. De espectadores pasamos del récord de las 486.000 personas la semana anterior a 522.000 chiringuiteros. El esfuerzo había merecido enormemente la pena.

Hoy brindamos por los datos obtenidos comiendo pastelitos de hojaldre y crema que nos trajeron del barrio de Belem, espolvoreando antes canela y azúcar glasé. Sabemos que, al igual que el Real Madrid, hemos hecho Historia.

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Carlos Pecker

Realizador, Periodista, Camarógrafo, Técnico de sonido, Iluminador, Editor, Profesor universitario y Escritor.

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