Kremer de Seda

Carlos Pecker Pérez de Lama

La Llamada

Me siento dentro de un lago casi seco repleto de erizos punzantes por todas partes, como si fuese el escogido para el trágico aquelarre, rodeado de enormes almejas succionadoras que me quiebran los huesos con sus piernas sudorosas y vibrantes.

Me siento perdido en un desierto indefinido sin una gota de agua en las alforjas vacías de cuero recio. Sólo espero a que Longinos clave una nueva lanza en mi cerebro atormentado y destruya mi negro y efímero futuro.

Ratas estériles, acabasteis con la esperanza del necio. Sois cucarachas repugnantes que vendisteis el alma al diablo por unos dineros podridos ganados a base del sudor y del esfuerzo de los obreros.

Amamantasteis la víbora de mil cabezas para envenenar al mundo transparente y crear una noche oscura permanente, opresiva y voraz. Volved a las entrañas de vuestras madres y renacer en un nube blanca y pura que cambie vuestros infames y blasfemos pensamientos, desde un principio redentor con un movimiento de tornafluye místico, elevado y sincero, hasta un nuevo embrión mucho más alargado y flexible, casi eterno.

Ni vuestros hijos os tienden la mano. ¿Pero como llegasteis a este final extremo?. Yihadistas del miedo, asesinos de familias sin salida, terroristas sin capucha, aunque escondidos entre las monedas de plata y las joyas de un pasado glorioso e intenso.

¡Ay San Carlos Borromeo, ay que me pierdo y muero! Dame fuerzas para volver a levantar mi espíritu obsoleto, por creer en el honor y en el amor eterno. Regresa y venga con furia a mis compañeros y a mi dame una tumba digna, que no sea como la que se merecen estos perros.

Ya he perdido la cordura, la razón y el respeto. Ya creo en la venganza y abrazo un feliz desencuentro. Sigo despacio el camino a encontrarme con aquellos que me criaron desde que era muy pequeño, allá en el cruce de caminos, donde estallaron cuatro corazones muertos.

Pero me queda una ventana minúscula y medio abierta al norte, por donde nunca da el sol de pleno. Es la última bala con pólvora de cemento, para poder construir la calzada de mi camino al infierno. Es tan solo…la llamada que espero.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Carlos Pecker

Realizador, Periodista, Camarógrafo, Técnico de sonido, Iluminador, Editor, Profesor universitario y Escritor.

Lo más leído