Kremer de Seda

Carlos Pecker Pérez de Lama

Censurado

Hace ya año y medio, cuando empezaron los ERES de Intereconomía, La Gaceta y otros tantos más dentro de la decadente situación de los medios de comunicación, que escribí esta crónica para La Gaceta que me censuraron sin pestañear.

Antonio Castillejo, gran profesional y amigo a quien le mandaba las columnas me dijo tan solo que se lo mandaron «desde arriba», y se quedo en el tintero.

Aprovecho ahora la libertad que me da Periodista Digital para poder publicarla. Ya desde el titular, «La Era de los Eres», parece que no sentó muy bien y que se le atragantó a algún liquidador, y creo que, desgraciadamente, podría haberla escrito hoy mismo:

Ya no hay semana, e incluso día, que uno no se entere de un ERE, una quiebra o una reducción de personal o de salarios en los medios de comunicación.

La crisis general que vivimos en este país de plastilina está hundiendo las teles, radios y periódicos de papel. El futuro de unos medios por internet, que necesitan de una décima parte de personal, también abanica nuestras nucas peladas.

A mi ya me han «botado» de varios sitios a lo largo de mi vida, pero siempre había otras empresas a las que acudir que valoraran tu cerebro y experiencia. Ahora el camino termina en un insalvable «cul de sac» donde se amontonan los peones rotos.

Si antes todo el mundo tenía un conocido del sector de la construcción en el paro, hoy los periodistas y técnicos de radio y televisión nos hemos sumado al carro.

Al menos hasta ahora se salvaban los medios públicos, donde mamá estado aguantaba los envites, pero en esta mega-crisis ya no se libra ni la española, ni las autonómicas, ni la Agencia EFE, que ya anuncian los odiados ERES a bombo y platillo: ¡500 trabajadores por aquí!, ¡1.000 por allá!, como si de una rifa diabólica se tratase.

Los premiados reciben una irremediable cita con el paro y un pasaporte a un futuro más negro que el alma de los que están ordenando de nuevo esta corrompida sociedad, curiosamente los mismos que la envolvieron con un papel rosa pero con olor a agua putrefacta, estancada con las babas de los que comían con cubiertos de oro y diamantes, sacados de las montañas donde los de siempre cavamos nuestra propia tumba.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Carlos Pecker

Realizador, Periodista, Camarógrafo, Técnico de sonido, Iluminador, Editor, Profesor universitario y Escritor.

Lo más leído