Cinco poemas nuevos a Castilla

Cinco poemas nuevos a Castilla

Poema XI: A Villanueva de los Infantes, donde vence a la muerte Quevedo
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Recogemos aquí el 11º poema que nos ha facilitado el escritor alcarreño Juan Pablo Mañueco de una colección de sonetos dedicada a Castilla.

Desde estas líneas queremos agradecer su inestimable colaboración para difundir la cultura y la dignidad de Castilla, en este caso en forma lírica.

A Villanueva de los Infantes, donde vence a la muerte Quevedo

Esta inmensa mole a Andrés Santo alzada
en lado de Mayor Plaza infanteña
sepulcro es a una cumbre madrileña
y eterna de sus huesos la morada.

La villa es bella, esbelta y balconada.
Mantuvo con Montiel guerra enriqueña
hasta ganar la lid y quedar dueña
del Campo y la comarca ya citada.

Mas si bella es plaza e iglesia es sagrada,
tumba también tesora la alta altura
suma en lengua castellana y la hondura
máxima en ingenio humano gustada.

Memoria y llama eterna en ti sembrada,
Francisco de Quevedo, sigue pura
para siempre, portando tu figura,

pues basta poner vista en esta grada
que asciende hasta el cielo tras la lectura
de tu obra, y sentir fuego en la mirada.

Sólo deslumbrante pluma gloriosa
de tu cuerpo aquí murió y hoy reposa.
No tu alma que nunca se vio más viva,

ni verso ni prosa aun más hermosa
más ácida, cruenta, dura y deliciosa.
A todo aquel que tu ingenio perciba

da vida tu voz fuerte y poderosa.
Por encima del tiempo pulcra brilla
tu sinfonía amante del habla de Castilla.

Como tú la defendiste y por patria la tuviste
a ella, por ella y en ella por fin ya te volviste
para con ella y su lengua reinar desde una estrella.
Cualquiera, de ambos, vea, note y afirme su firme huella.

Poema XII: Romance de la fuente mía y nuestra (Ossa de Montiel, Albacete)
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Recogemos aquí el 12º poema que nos ha facilitado el escritor alcarreño Juan Pablo Mañueco de una colección de sonetos dedicada a Castilla.

Desde estas líneas queremos agradecer su inestimable colaboración para difundir la cultura y la dignidad de Castilla, en este caso en forma lírica.

Romance de la fuente mía y nuestra (Ossa de Montiel, Albacete)

«En Castilla, hay un castillo
que se llama Rocafrida.
Al castillo llaman roca
y a la fonte llaman frida».

En el término está de Ossa
de Montiel, a Albacete huida
esta tierra y roca fluida
de la fuente fría esposa.

Castillo donde la hermosa
por nombre Rosaflorida,
desde la almena se olvida
de Lombardía brumosa
y de Francia, la garrida,
sus amores ya no cuida,

sino que asoma amorosa
por ver la fontana intuida
que a Montiel le da la vida
en tanta balsa ruidosa.

Eres tú, Rosaflorida,
y tu castillo en Castilla
la bella alfaguara hundida
que nos une a nuestra orilla.

Tú la dama que corriera
a abrazar Ossa y Ruidera.
Como el Guadiana, Castilla,
de hondo venero fluyera.

No habrá forma que muriera
una tierra que se anilla
a tan ancestral semilla
que Rosaflorida trajera.

No han de conseguir que muera,
tierra de casta es Castilla.
Resonará villa por villa
más allá de Ossa y Ruidera.

Mil veces vuelva Castilla
cual romance, que se ovilla
a un castillo de Castilla.

Juan Pablo Mañueco
(Madrid, 1954)
Licenciado en Filosofía y Letras, periodista y escritor

Poema XIII: Usanos alborea de la tierra
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Recogemos aquí el 13º poema que nos ha facilitado el escritor alcarreño Juan Pablo Mañueco de una colección de sonetos dedicada a Castilla.

Desde estas líneas queremos agradecer su inestimable colaboración para difundir la cultura y la dignidad de Castilla, en este caso en forma lírica.

Usanos alborea de la tierra

Vengas de norte o de oeste, almenada
torre de pronto de la tierra asoma,
inesperado tallo, leño o loma
por mano humana al alto cielo alzada.

Sorpresa indecible que, germinada,
brote una iglesia de la tierra roma.
Tras la torre, una villa entera aploma
del bajo, liso y hondo suelo aflorada.

Nazca el sol sólo, áureo, por oriente;
Usanos alborea… de la tierra
e ilumina el lugar que noche cierra.

Viniendo de este o sur, ya, así, se siente
el sol de la Asunción amanecida
donándoos su luz de aurora ascendida.

Por doquier, por tanto, un rayo de soles os recibe;
la estrella ardiente… en el subsuelo de Usanos vive.

Juan Pablo Mañueco
(Madrid, 1954)
Licenciado en Filosofía y Letras, periodista y escritor

Poema XIV: Ampudia (Palencia), el tallo del trigo

Recogemos aquí el 14º poema que nos ha facilitado el escritor alcarreño Juan Pablo Mañueco de una colección de sonetos dedicada a Castilla.

Desde estas líneas queremos agradecer su inestimable colaboración para difundir la cultura y la dignidad de Castilla, en este caso en forma lírica.

Ampudia (Palencia), el tallo del trigo

Si digo Palencia la Ampudia digo
que alza alcázar tras de Montealegre.
Tomo torre en Belmonte e igual integre
a castillero triduo en que me abrigo.

Tres breves castros transité contigo.
A Montealegre escalé pasillos
de rastrojales rectos amarillos.
A Belmonte, en sendas de campo amigo.

Pero Ampudia es mejor y más castillo,
sobre villa portalada encumbrado.
A ras de explanada huida… arma su brillo.

Por torres de barbacana en anillo,
salvo; y, por foso, del mundo apartado.
Ante él, montes de la fruta del trillo

bravo bastión observan, desde un prado.
Tú, a rondas balas del tallo del trigo
por verlo, a briosa altura, te has izado.

Resta sólo Manrique, por testigo
de pleno plano, al vuelo retratado,
de tallo, trigo, fruta y tú conmigo,
que este recinto plácido has colmado.

Juan Pablo Mañueco
(Madrid, 1954)
Licenciado en Filosofía y Letras, periodista y escritor

Poema XV: A la Universidad de Alcalá
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Recogemos aquí el 15º poema que nos ha facilitado el escritor alcarreño Juan Pablo Mañueco de una colección de sonetos dedicada a Castilla.

Desde estas líneas queremos agradecer su inestimable colaboración para difundir la cultura y la dignidad de Castilla, en este caso en forma lírica.

A la Universidad de Alcalá

Por encima del cordón franciscano,
un barbado Dios sacraliza el mundo
con redentora diestra y, más rotundo,
en la izquierda lo ase de su mano.

Más abajo del rostro del anciano,
águila se ve bifronte. En profundo
tributo al rey Carlos, de Gante oriundo,
nos muestra el agnus o toisón germano.

Asoman cuatro atlantes en humano
cortejo del escudo cisneriano,
con mármol sostenido y columnado.

Y más, como remate, por la puerta
conviene a ti y a mí se nos advierta,
pues el dintel ya lo hemos traspasado…

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Juan Pablo Mañueco

Nacido en Madrid en 1954. Licenciado en Filosofía y Letras, sección de Literatura Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid

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