CASTELLANA DE LA SEMANA SANTA DE SEVILLA
Sevilla, el Guadalquivir,
cuando la Semana Santa,
su curso un tanto levanta
pues también quiere acudir.
Su lecho un tanto levanta
y hasta se quiere vestir
para poderse así unir
a la procesión que canta.
Su túnica blanca, de agua,
se hace vertical estatua.
El capuz bien largo sube
para contemplar las cruces.
Cíngulo lleva morado,
todo unido por pescado.
Blancos se viste los guantes,
que hacen ríos elegantes.
Y luego el cirio bien alto
que ilumine cruz de un salto.
¡Que el río Guadalquivir
vestido de nazareno
al sufrir de Dios dé freno
y con agua va a acudir!
¡para que ese Dios moreno
que aún tiene que sufrir
no se nos vaya a morir
sin un trago macareno!
¡Para que ese Dios moreno,
que aún tiene que sufrir,
no se nos vaya a morir
sin un trago macareno!
Juan Pablo Mañueco 4-4-16