«Con Machado, esperando a Prometeo», de Mañueco

"Con Machado, esperando a Prometeo", de Mañueco

Una escena de la obra de teatro «Con Machado, esperando a Prometeo» (2015)

Acto III

(Antonio Machado y Gerardo Diego se abrazan efusivamente. Después también se abrazan Antonio Machado y el Intruso.

Machado sale por el lateral por el que había entrado, el contrario a la verja.

Gerardo Diego y el Intruso comienzan a caminar hacia la salida cuando desde el exterior empieza a oírse una algarabía de voces y ruidos, que se va acercando…

…un murmullo confuso que todavía no se entiende…

…Sólo una voz destaca de las restantes. Habla en español, pero con fuerte acento francés):

UNA VOZ DE HOMBRE-. (Desde fuera de la tapia).

¡Banderas, flores, chapas, insignias! ¡Banderas republicanas y de todas las nacionalidades de España! ¡No dejen de visitar a Machado sin llevarle un presente! ¡Banderas de la República española! ¡Ramos de flores tricolores! ¡Chapas, insignias!

(La algarabía del exterior va aumentando, se oyen los sones de un himno que todavía no se distingue cual es:)

UNA VOZ RONCA.- Atención, compañeros, un poco de tranquilidad. Prestadme atención.

Antes de entrar vamos a entonar aquí mismo el “Himno a Castilla”. Luego, dentro, es un recinto sagrado y hay que actuar con el máximo respeto.

¡Vamos allá! ¡Todos a una! ¡Vamos con “Madre nutricia, Castilla, recobrarás tu pujanza”!.

OTRAS VOCES.- ¿La versión larga o corta?

UNA VOZ RONCA.- Como os veo pletóricos, la larga, con la cita de todas las provincias incluida. A la vuelta, iremos cantando la corta, que ya estaremos con otro ánimo.

¡Vamos con “Madre nutricia”!

UN GRUPO DE VOCES.-: (Desde fuera de la tapia)

¡Sal a la calle, Castilla,
a proclamar la esperanza!
¡Madre nutricia frondosa,
recobrarás tu pujanza!

En cinco partes partida
quieren talarte las alas,
pero el fuego de tu yesca
se inflamará en nuevas llamas.

Han aventado tu cuerpo
como tierra troceada,
han aventado tu cuerpo
¡no podrán talar tu alma!

Lo que se sabe de un todo
cuestión de tiempo es que arda,
todas tus partes, Castilla,
retornarán a tu barda.

¡Sal a la calle, Castilla,
a proclamar la esperanza!
¡Madre nutricia frondosa,
recobrarás tu pujanza!

LA VOZ RONCA.- Vamos, adelante ahora con las provincias, que no falte ninguna. Vamos con “Desde la bárdula Castro”

UN GRUPO DE VOCES.- (Desde fuera de la tapia)

Desde la bárdula Castro
te abrazaste a la Montaña
para levantar castillos
y sentirte castellana.

En Burgos ya te erigiste
en gótica hilera larga.
A Logroño le llevaste
tus neveros de linfa alba

y el dulce son de tu lengua
mitad ibera y romana.
Del Duero fuiste a beber
en su ballesta soriana

y en Ávila y Segovia
libaste de sus fontanas,
Valladolid y Palencia
te dieron su espuma blanca.

Por entre Toro y Zamora
el río Duero te ensancha
y en belleza te refleja
el Tormes de Salamanca.

La Tierra de Campos gótica
góticamente te ama.
Por varia, te condecora
cada una de tus comarcas.

Gleba actual, barroca, clásica
y hermosamente románica.
Medieval, mudéjar, lírica,
épica y contemporánea.

LA VOZ RONCA-. Y ahora, vamos con “Cruzaste por la Transierra”.

UN GRUPO DE VOCES.- (Siguen cantando al otro lado de la tapia:)

Cruzaste por la Transierra
a Madrid, Guadalajara,
Toledo alcor, Cuenca en risco,
Campo en Montiel y la Mancha,

Ciudad Real y los Montes
Alcaraz y Calatrava.
¡Levántate, iza, y, erguida,
pon con otras tu palabra,

que todas las tierras, todas,
tener voz han en España!
Castilla, muéstrate bella,
satisfecha de tu habla.

LA VOZ RONCA-. Ahora hace falta el ímpetu final, vamos con “Que suene fuerte y sonora”

TODOS.-

¡Que suene fuerte y sonora
tu palabra castellana,
clamando por ser ya libre
y por no sentirse esclava!

¡No le faltará a esta tierra
ni alto cielo ni semilla,
que en raíz de fértil sierra
plantó su casta Castilla!

¡Salid, salid a la calle,
a proclamar la esperanza!
¡Madre nutricia, Castilla,
recobrarás tu pujanza!

¡No le faltará a esta tierra
ni alto cielo ni semilla,
que en raíz de fértil sierra
plantó su casta Castilla!

Castilla, muéstrale a todos
la hermosura de tu casa.
Que ilumine tu belleza
la antorcha que nos abraza.

Somos nosotros, Castilla,
los que iniciamos la marcha,
que nos retorne a tus brazos,
nos reponga a tu morada.

¡Salid, salid a la calle,
a proclamar la esperanza!
¡Madre nutricia, Castilla,
recobrarás tu pujanza!

¡Erguid alta la cabeza!
¡Cruzad la calle en alianza!
¡Ved de nuevo cómo empieza
Castilla a ser la que avanza!

¡Ved que viene sin tardanza
y que aflora primavera
a la tierra comunera
de Castilla al fin entera!

Madre nutricia, en tu savia
vibra otra vez la confianza
si enarbolamos la lanza
en que ondea la esperanza.

¡Salid, salid a la calle,
a proclamar la esperanza!
¡Madre nutricia, Castilla,
recobrarás tu prestancia!

LA VOZ RONCA.- Y ya, el final de “Madre nutricia”.

TODOS.-

Dejarás pronto de ser
una tierra troceada.
y serán agua pasada
quienes cercenan tus ramas.

¡Sed Castilla! Que no se hierra
ni a cultura ni a la entraña,
y entre las otras de España
tendrá futuro esta tierra!

¡Tendrá un hoy, tendrá un mañana,
unida otra vez y entera,
no será a sí misma extraña,
será común, comunera,

y por encima de todo
vida que a vida se abriera,
fulgor que con todos se iza
flameando su bandera!

(Al finalizar el canto, se hace un silencio total. Por la verja de entrada hace su aparición un grupo de personas que portan en volandas una bandera cuartelada de Castilla.

Las dos primeras personas entran al recinto con la bandera y al ver al Intruso y a Gerardo Diego, les saludan con un movimiento de cabeza. Estos se retiran para dejar paso a los que entran.

El grupo de personas, con la bandera llevada por cuatro personas, se acercan a la tumba de Antonio Machado y la depositan sobre ella).

UNA VOZ.- César, César, tira un poco más de esa punta que ha quedado arrugada.

CÉSAR.- Y tú de la tuya Francisco Javier. Estírala bien.

FRANCISCO JAVIER.- Hecho.

OTRA VOZ.- Por mi parte, he acabado. Déjala tú, Alfonso.

ALFONSO.- Hecho, Victorino.

CÉSAR.- A ver a los dos Delso, padre e hijo. ¿Habéis terminado por ahí?.

VICTORINO.- (A los de delante) Por aquí, acabado.

CÉSAR.- (Al grupo que se ha congregado ante la tumba). Bueno, ahora el orden del día indica que debemos proceder a la lectura de comunicados. Empezaré yo dando lectura a nuestro pequeño “Manifiesto”:

(Con un tono algo solemne, pero rápido)

(…)

http://www.casadellibro.com/libro-con-machado-esperando-a-prometeo/9788415537694/2539047

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Juan Pablo Mañueco

Nacido en Madrid en 1954. Licenciado en Filosofía y Letras, sección de Literatura Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid

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