NICANOR Y MARÍA, EN EL SUEÑO DE LOS VIVOS
(Vecinos de debajo de la casa del balcón y las dos ventanas)
Tu nombre, Nicanor, boina calada,
al sol y a la lluvia de Castilla,
habitante de la casa que en orilla
de abajo de la nuestra está habitada.
Rompe mi alma en tu silueta alargada
donde el color de aquellos años brilla,
Y el gusto por ti, la gente sencilla,
que llega de aire verde iluminada.
Mástiles de aquel tiempo, tú y María,
tu mujer, de luto siempre, como hilo
que me enlaza contigo todavía.
La recuerdo a tu lado, siempre en vilo.
Sembla que aún vivís aquí, cautivos
en este verso, el sueño de los vivos.