¡Hala, Madrid! La décima copa plateada vuelve a su patria

¡Hala, Madrid! La décima copa plateada vuelve a su patria

(Sres. lectores: Disculpen el retraso con que subo este soneto al blog de Periodista Digital, pero es que hoy es el primer día en que escribo para ustedes. No se pierdan el largo estrambote del soneto, que resume la Historia del Real Madrid en verso. Por eso es un estrambote MUY largo)

¡HALA, MADRID! LA DÉCIMA COPA PLATEADA VUELVE A SU PATRIA

Ramos y Bale y Marcelo y Cristiano,
con cuatro rayos de cuero en la Copa
orfebres son que décima de Europa
funden en La Luz y alzan en su mano.

¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid! Entre alas
saltaste al campo con la fija meta
de remachar con cuatro al guardameta
volando tu tridente como balas.

¡Hala, Madrid! Reposa ya en tus salas
la décima orejona bien sujeta,
de Di Stéfano y Puskas dulce nieta.
Gento y Amancio igual jalean ¡halas!.

Siete de Mijatovic abre un lado
para que, en él, Raúl ponga la octava
con su tercer gran tanto, que ha marcado.

Y Zinedine Zidane caer miraba
la pelota que su zurda ha empalado
a la escuadra. Por la novena entraba.

¡Hala, Madrid! ¡Hala y hala! La décima
ya es copa conquistada
y ya es la copa undécima
por lo que la afición grita: “¡Hala y hala!”,

* * * * * *

Has entrado con todo… hasta el océano
cabeceó a tu lado, grande Ramos.

Porque, a segundos del final, el trofeo se escapaba,
pero restaba tu cabeza, Sergio, llena de furia blanca.

Luego… hasta el viento de Lisboa
puso a la meta contraria proa

para volar como blancas saetas
entrando en rachas lluviosas a la meta.

¡Ved cómo empuja el viento la pelota
con la fuerza ajustada a las ráfagas de su bota!

Y si el viento, solo, no traza en malla grieta
ahí viene y gambetea la blanca y Rubia Saeta,

que la taconea con arte hacia la malla,
por si hubiera alguna duda remota

de que el Real Madrid no se agota
ni con cinco, seis o nueve que haya,

sino quiere ver cómo de Europa
una y otra y otra se alza la Copa.

Violines de cuero tus balones para la Décima han tañido.
De nuevo, galopadas de Gento dominaron el partido.

Carreras de estrellas persiguiendo al viento
en humanos jugadores de los dioses instrumento.

¡Hala, Madrid! ¡Viva el Madrid! ¿Campeón? El Madrid.
Defendiendo tu color
has triunfado en buena lid.
Veteranos y noveles,
veteranos y noveles,
miran hoy nuevos laureles
con respeto y emoción.

Si del XX has sido el uno,
el club de fútbol mejor,
en este yo ya presumo,
-me lo dice el corazón-
que en el siglo XXI
superarás al anterior.

¡Hala, Madrid! ¡Que viva por siempre mi Madrid!

En campo de estrellas, jugando en verso,
la Décima de Lisboa ha sido
alas blancas diciendo al universo
que a su trono eterno el Madrid ha resurgido.

¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid!

Tus pases de balón raíces fueron en un campo donde crecieron bosques
para que el Estadio de la Luz ante ti se enfosque.

Lisboa una pradera por donde corría la sangre
de once blancos y uniformados purasangre,

en pos de racimos de goles y cánticos en las gradas
en donde ni personas, ni banderas, ni gargantas

podían, inmóviles, permanecer sentadas,
sino que daban respuestas a las victorias anheladas.

Allí estaban todos, retornando a Lisboa, como el agua
retorna a la tierra en cada lluvia del cielo derramada.

Todos estaban, sí. Fue su espíritu quien hace que de esta Copa
sea el Madrid dueño para siempre. Amo y monarca.

Porque todos conducen el balón, cuando una final de Europa
juega el Madrid, que se sabe de este trofeo patriarca.

¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid! Que ya tarda
la undécima en llegar a nuestras arcas.

¡Hala, Madrid! Que están gritando: “¡Hala!”:

Di Stéfano, Puskas, Gento.
Taconazo. Tiro. Viento.

Amancio, Pirri y Zoco.
Regate. Pulmón. Bloco.

Juan Gómez. Buitre. Sanchís.
Túnel. Planeo. Subís.

Maceda. Hugo. Gordillo.
Elegancia. Gol. Pasillo.

Vázquez. Michel. Santillana.
Arte. Pase. Testarada.

Schuster. Camacho. Buyo.
Fuerza. Trinchera. Orgullo.

Hierro. Raúl. Roberto.
Confianza. Héroe. Acierto.

Mijatovic y Morientes.
Treinta y dos años pendientes.

Casillas, Zidane y Ronaldo.
De otras copas tiempo es heraldo.

Bale, Di María, Cristiano
¡Décima, décima, décima!
¡Y otras que alzará su mano!

¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid! ¡Hala, y hala!
Que ya tarda
la undécima en llegar a nuestras arcas.

Hombres y mujeres van detrás de ti llenos de gotas
para que rebosen pronto la ya ganadas copas,

y, así, hay que salir por los caminos de Europa
para buscar más recipientes de deseos que llamamos copas.

Porque no son objetos esos que brillan, son besos,
abrazos de alegría, largos y espesos,
gritos y cánticos apretados y densos,
que se custodian como patrias plateadas
en las vitrinas del club que nació para enseñarlas.

Para amarrarlas
al puerto que más hondamente las ama
y mostrarlas en la región del mundo destinada
a exhibir por siempre el mayor número de esas centellas blancas,
de esas patrias plateadas…
La sala
de trofeos de tu casa,
Madrid, es la casa de esas patrias
orejonas y plateadas,
de esos grandes copos de nieve blanca
que la afición siempre reclama.

¡Hala, Madrid! ¡Hala, Madrid! ¡Hala, y hala!
Que ya tarda
la undécima en llegar a nuestras arcas.

Copyright (c) Juan Pablo Mañueco

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Juan Pablo Mañueco

Nacido en Madrid en 1954. Licenciado en Filosofía y Letras, sección de Literatura Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid

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