Han pasado dos mil años...
Y esta nuestra tierra
sigue bajo el hambre, el odio,
la injusticia y la guerra.
Pero Cristo,
Señor de la Historia,
continúa impulsando
nuestra esperanza.
Su mensaje
se mantiene firme,
como un reto para todos nosotros,
en el continuo devenir
del Tiempo Nuevo.
Sábado, 23 de febrero