El Salmo 62 partía de una íntima vivencia del Salmista: "Dios mío, tú eres mi Dios, a ti te busco. Mi alma está sedienta de ti"...
Vivencia meramente personal que adquiría una dimensión colectiva al ser proclamada y cantada por todo el pueblo.
Así lo hemos querido reflejar expresamente una y otra vez: "Estamos hoy sedientos de ti, Señor".
En las Canciones de Celebración, de lo particular y singular pasamos al plural colectivo y comunitario, que abarca a toda la Asamblea de creyentes, a la Humanidad entera.
Porque las Canciones de Celebración son la expresión de fe de todo un pueblo.
Sábado, 23 de febrero