Hermosillo

Efrén Mayorga

Ofrecen recompensa por asesinos de 6 periodistas

+Lea aquí el reportaje de la AFP: Periodismo en México, las cicatrices invisibles de la lucha antidrogas.

+ Ofrecen millón y medio de pesos por información que lleve a la captura de los homicidas de Cecilio Pineda, Ignacio Miranda, Javier Valdez, Maximino Rodríguez, Miroslava Breach y Sonia Córdova

+ Enviar información al correo electrónico [email protected].
Y en los números telefónicos (55) 53-46-15-44 y (55) 53-46-00-00, extensión 504748 en la Ciudad de México, y 01-800-831-31-96 desde cualquier parte del país.

La Procuraduría General de la República (PGR) ofrece una recompensa de hasta un millón y medio de pesos a quienes proporcionen información que lleve a la identificación, localización, detención o aprehensión de los probables responsables del delito de homicidio y tentativa de homicidio en agravio de seis periodistas.

Lo anterior fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) como parte de los Acuerdos que van del A/056/17 al A/061/17.

Los acuerdos establecen que dicha recompensa será entregada para quien o quienes den informes sobre los homicidas de Cecilio Pineda Brito, Ignacio Miranda Muñoz, Javier Arturo Valdez Cárdenas, Maximino Rodríguez Palacios, Miroslava Breach Velducea y los probables de tentativa de homicidio y lesiones en contra de Sonia Córdova Oceguera.

Valdez y Breach eran corresposales de La Jornada en Sinaloa y Chihuahua, respectivamente.

Pineda colaboraba en La Voz de Tierra Caliente (Guerrero), Miranda era un reportero independiente de Colima, Rodríguez escribía para el sitio Colectivo Pericú, de Baja California Sur y Córdova es subdirectora comercial del semanario El Costeño, de Autlán, Jalisco.

La PGR señaló que el monto por los datos de valor por cada caso es de un millón 500 mil pesos, y que será entregado de manera proporcional en relación con la veracidad, utilidad, eficacia y oportunidad que la información aportada haya representado para la localización de los agresores.

La entrega de recompensa no será aplicable a los servidores públicos en funciones relacionadas con la seguridad pública, administración de justicia y ejecución de sanciones penales, así como sus cónyuges o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles.

La información será recibida por los medios siguientes: I.- En el domicilio ubicado en la calle de López No. 12, primer piso, colonia Centro, Delegación Cuahutemoc, C.P. 06050, Ciudad de México. II.- Al correo electrónico [email protected]. III.- En los números telefónicos (55) 53-46-15-44 y (55) 53-46-00-00, extensión 504748 en la Ciudad de México, y 01-800-831-31-96 desde cualquier parte del país.

La Fiscalía Especializada en Atención a los Delitos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), consideró conveniente ofrecer dichas recompensas y presentó la propuesta ante el Comité Evaluador para el Otorgamiento de Recompensas, en los términos dispuestos por la ley.

La FEADLE designará un servidor público que recibirá la información por cualquiera de los medios que se refiere el artículo cuarto de estos acuerdos, quien será el encargado de mantener la comunicación pertinente con la persona o personas que haya aportado, a fin de aclararla o complementarla; también, designará un número confidencial que será intransferible y queda obligada en todo momento levantar acta de comunicación y de su contenido.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2017/06/13/ofrecen-1-5-millones-por-datos-para-localizar-asesinos-de-6-periodistas

++Periodismo en México, las cicatrices invisibles de la lucha antidrogas.
AFP | martes, 13 jun 2017 10:22

La imagen, de Sergio Rafael Ocampo, corresponsal de ‘La Jornada’, forma parte del material que envió poco antes de ser atacado por un grupo que lo despojaron a él y a seis compañeros más de sus cámaras, celulares, vehículos y fueron retenidos por más de 10 horas, en Guerrero, en mayo pasado. Imagen tomada de Facebook

Chilpancingo, Gro. «Me encerraba por temor, creía que me seguían y que podía pasar lo peor». Así explica Jorge Martínez, periodista mexicano, porqué no salió de su casa por 15 días luego de que un centenar de pistoleros del cártel La Familia lo atracaron junto a seis colegas.

Por el trauma del ataque, Sergio Ocampo, de 60 años y colaborador de AFP, así como corresponsal de ‘La Jornada’, en el sureño estado de Guerrero, sufrió parálisis facial.

Además de los 90 periodistas asesinados y 21 desaparecidos desde que en 2006 se militarizó la lucha antidrogas, un creciente y «devastador» universo de reporteros, fotógrafos y videastas padece trastorno de estrés postraumático (TEP) y la gran mayoría carece de ayuda terapéutica, advierten expertos.

El 13 de mayo, cuando regresaban del poblado de San Miguel Totolapan, donde cubrieron un operativo policial y bloqueos de vías con automóviles incendiados, Ocampo, Martínez y otros cinco periodistas fueron interceptados en la llamada Tierra Caliente por un centenar de presuntos integrantes del cártel La Familia.

«¡Los vamos a quemar vivos!», los amenazó uno de los pistoleros antes de robarles todos sus equipos en una desértica carretera. Los liberaron unos 15 minutos después, recordó Ocampo.

Dos días más tarde, pistoleros asesinaron en Sinaloa, bastión del cártel fundado por el capo Joaquín El Chapo Guzmán, al periodista Javier Valdez, colaborador de la AFP e igualmente corresponsal de La Jornada.

Reporteros Sin Fronteras considera a México el tercer país más peligroso del mundo para los periodistas.

Profesión de alto riesgo

El TEP por violencia en los periodistas de México se produce por narrar «hechos asociados a la desaparición forzada de personas, a las ejecuciones extrajudiciales o a las escenas de crimen» o por ser víctimas de agresiones perpetradas por la delincuencia organizada, explica Alejandra González, psicóloga de la organización Artículo 19.

Lo peor, advierte, es que «la mayoría no se atiende».

Rogelio Flores, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha realizado varios estudios sobre TEP.

El último, el año pasado, incluyó a 246 periodistas que cubren temas violentos: 41 por ciento presentó síntomas de estrés postraumático, 77 por ciento de ansiedad y 42 por ciento de depresión, comentó Flores a la AFP.

Alejandro Ortiz, corresponsal en Chilpancingo de W Radio, es un musculoso moreno de 26 años que narra con sonrisa nerviosa las cuatro veces que ha sufrido agresiones del crimen organizado: ha sido retenido durante horas, amarrado, golpeado y hasta encañonado, pero dice que no dejará de cubrir temas violentos.

«Sabemos que ser periodista en México es una profesión de alto riesgo, serlo en Guerrero aumenta un poquito esta situación», comenta a la AFP mientras cubre un paro de policías en su cuartel central. Ha padecido desde ansiedad hasta pesadillas recurrentes.

Antes de llegar a Chilpancingo, la capital de Guerrero con unos 187 mil habitantes, en la carretera se observan decenas de camiones militares. Un intenso calor húmedo y el caos vehicular parecen acentuar el nerviosismo.

De los periodistas de la zona, 30 por ciento padece estrés postraumático, comenta a AFP Eric Chavelas, líder de una asociación que los agrupa. «Hemos lanzado el SOS hace años. De repente no sabemos a dónde acudir» para tener ayuda psicológica, dice con gesto cansado.

«Tragedia tras tragedia»

Guerrero históricamente ha sido codiciado por narcotraficantes y autoridades corruptas por sus fértiles e intrincadas montañas aptas para el cultivo de amapola y marihuana.

Con sus 1,75 metros de estatura, Ezequiel Flores, de 40 años, y corresponsal del semanario Proceso, se vio obligado a «dejar de salir al campo» tras ser intimidado por militares y recibir amenazas de muerte.

La semana pasada denunció a Artículo 19 que hombres armados se apostaron ante su casa. Esa organización ha documentado agresiones en su contra desde 2013.

Durante años cubrió las relaciones entre narcotraficantes y políticos y policías comunitarias en la zona donde desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014.

Dice que no sale ni a pasear a su perro sin voltear «a todos lados» y procura hacerlo «en las horas en que los padres llevan o traen a sus hijos a la escuela para estar en lugares con más gente».

Es uno de los que reconoce que padece el trastorno y la semana pasada fue intimidado por hombres armados. «Todos los días, tras documentar tragedias y tragedias y tragedias y no tener la manera o no saber (cómo) sacar todo esto que vas acumulando, te lleva a esta fase de aislarte», comenta.

El gobierno federal ha implementado un mecanismo de defensa de periodistas pero ha sido insuficiente, y para muchos comunicadores no significa tranquilidad alguna.

«Si así nos iban a matar en medio de dos retenes de militares, de qué me van a servir medidas cautelares», reclama Ocampo, con el lado derecho del rostro inmovilizado. http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2017/06/13/periodismo-en-mexico-las-cicatrices-invisibles-de-la-lucha-antidrogas

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