Hermosillo

Efrén Mayorga

Especialistas critican recomendación del FMI sobre pensiones

+ «La demagogia de las pensiones. “Destopar”, pegarse un tiro en el pie»
+ «Lo que ya es una broma de mal gusto es proponer que se quite el tope de las bases máximas».

La recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) de traspasar los recursos de la subcuenta de vivienda que maneja el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) no es nueva y sólo apunta a beneficiar más a las administradoras privadas, aseveró Berenice Ramírez, directora académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) y especialista en pensiones.

“Es una mala recomendación que se viene discutiendo desde hacer tres años”, señaló y criticó que se quiera sacar esos recursos del Infonavit cuando la institución ha tenido un bueno manejo y rentabilidad al respecto.

La semana pasada el FMI recomendó al gobierno de México realizar una nueva reforma al sistema de pensiones para que este incluya una mezcla de beneficios definidos con aportaciones definidas en las que se agreguen los recursos que los trabajadores tienen actualmente en el Infonavit a fin de que sean administradas por entidades privadas, tal como ocurre desde 1997 con las administradoras de fondos para el retiro (afores).

La investigadora señaló que si el gasto en las pensiones ha aumentado es porque las autoridades “no calcularon adecuadamente los costos de la transición” y también porque rompieron con la solidaridad intergeneracional, sin aplicar reformas paramétricas que se requerían.

El FMI advirtió que el envejecimiento de la población ejercerá una presión adicional en el largo plazo así que insistió en que cambiar el sistema de beneficios definidos (como el que todavía rige para los jubilados del IMSS y del Issste) por uno de contribuciones definidas (el creado con las afores) reducirá

las obligaciones fiscales en el largo plazo.

Sin embargo, Berenice Ramírez indicó que las obligaciones fiscales se van reduciendo porque todo recae en el trabajador como responsabilidad individual pero como no toda la población ocupada cuenta con un trabajo formal y por lo tanto quedará excluida de una pensión, sostuvo que “el gobierno tendrá que hacer algo en el mediano plazo”.

Indicó que las bajas tasas de remplazo que se prevé reciban los trabajadores que se jubilen con las afores se deben al mismo modelo adoptado y no servirá de nada que para solucionarlo se pretenda incrementar las aportaciones de los trabajadores como ocurre en Chile, donde frente a las protestas de los jubilados se plantea subirlas de 10 a 15 por ciento respecto al salario, un monto mucho mayor al 6.5 por ciento que se registra actualmente en México.

La especialista puntualizó que en el mundo se está demostrando el agotamiento de dichos instrumentos, pero aún así “las recomendaciones de los organismos internacionales (como el FMI) demuestran que siguen insistiendo en el mismo esquema teórico-metodológico beneficiando la financialización y al sector privado. No hay análisis sobre la rotación de los trabajadores mexicanos en el empleo, en los mercados laborales y en sus niveles de ingresos ni un adecuado diagnóstico sobre los resultados negativos que se registran en la capitalización individual de la administración privada de las pensiones”. Con información de Susana González G. martes, 29 nov 2016 18:24. http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/11/29/especialistas-critican-recomendacion-del-fmi-sobre-pensiones

Y en España, la situación no difiere mucho a la de nuestro país…Mire Usted

++ La demagogia de las pensiones. “Destopar”, pegarse un tiro en el pie.
Por Daniel Lacalle
“I’ve got to play some one-night stands, six for the taxman, one for the band”, John Entwistle

Uno de los aspectos más tristes del debate económico en España es que aquellos que se vanaglorian de defender “lo público” son precisamente los que lo hacen insostenibles y lo llevan a la quiebra. Pensar en partidas de gasto público desde la perspectiva del que nunca ha creado una empresa ni generado un puesto de trabajo, desde la visión cortoplacista del Sheriff de Nottingham.

En las pensiones, de las que hemos hablado en varias ocasiones aquí (lean “¿Quién pone en peligro las pensiones?”), se une la demagogia política con las soluciones mágicas que harían al sistema insostenible.

En España un pensionista medio cobra unos 970 euros al mes, más que en Finlandia (495 euros), Dinamarca (538 con un complemento que incluso así la hace inferior a la española), Irlanda (589) o Reino Unido (587 euros), incluso que Austria (953 euros), Francia (entre 700 y 800 euros), Holanda (900) o Bélgica (878). La media del conjunto de países europeos es 812 euros mensuales. No solo en media, sino en mínima, que supera también a Austria, Dinamarca, Reino Unido y Portugal. Con costes de vida, en todos los casos mencionados, muy superiores a España.

Tenemos un sistema de pensiones generoso. Las nuevas pensiones de jubilación del Régimen General han alcanzado los 1.500 euros, lo que significa el 93% del salario medio en España. España tiene la segunda mayor tasa de reemplazo de la OCDE (el porcentaje del último sueldo cobrado que se convierte en pensión). Superior al 80%, frente al 52% de media de la OCDE, el 55% de Francia o el 37% de Alemania. Así que, sepan Vds. que los que quieren “equiparar” a Europa lo que esconden es un recorte de las pensiones con el cuento social.

El sistema de pensiones en España se hace insostenible con la destrucción de empleo, y ese destrozo no se cubre con impuestos. La principal causa del déficit actual de la Seguridad Social son los 3,3 millones de empleo destruidos. Casi el 70% del deterioro neto del sistema durante los años 2009-2013, se debió exclusivamente a la reducción de ingresos por cotizaciones derivada del aumento del paro negando la crisis.

Ese deterioro, que dejó un déficit en 2011 de 7.705 millones de euros y que ya es de 17.000 millones no se cubre con impuestos. El efecto recaudatorio de las medidas que proponen los intervencionistas no llegaría ni de lejos a un 30% del déficit. Eso si nos creyéramos las estimaciones de ciencia ficción y que no tuviera un efecto negativo en inversión, empleo y crecimiento.

La reforma laboral no es la causante del déficit, es la solución. En 2011, por cada nueva pensión se perdían 3 afiliados. En lo que llevamos de 2016, por cada nueva pensión se crean 7 empleos. El sistema ya era deficitario en 2010-2011. Se han recuperado 1.660.000 de los afilados destruidos durante la crisis, la mitad del empleo perdido.

Además, los ingresos por cotizaciones efectivas han aumentado entre 2013 y 2016.

Lo que ha caído en los ingresos de la Seguridad Social es la partida de “otros ingresos” (fuente IGAE vía Ángel Martínez Jorge). -La recaudación líquida total de la Seguridad Social ya crece a una tasa anual acumulada del 3,82%, superior a la tasa de afiliación y al PIB nominal.

En eso llegaron los genios de redistribuir la Nada y se les ocurre la brillante idea -que a nadie se le había ocurrido- de “destopar” las cotizaciones máximas.

¿Qué significa esto? Subir impuestos.

Las aportaciones que se realizan a la Seguridad Social por cada trabajador se fijan fundamentalmente por dos conceptos. Los tipos de cotización y las bases de cotización. Los tipos son un 28,30% por contingencias comunes, de los cuales el 4,7% lo aporta el trabajador y el 23,6% a cargo de la empresa. Y las bases (que se encuentran entre una base mínima y una máxima) van evolucionando cada año, dependiendo del salario.

Si se decidiera, como piden los sindicatos o Unidos Podemos, subir los tipos de cotización, tendría un doble efecto negativo. Subir impuestos y costes de contratación, es decir, atacar el consumo y el empleo para conseguir una supuesta recaudación adicional -que ellos estiman en 7.500 millones- que ni soluciona el déficit del Sistema ni apoya el crecimiento y la reducción del paro.

Para empezar, España ya tiene uno de los impuestos al trabajo más altos de la OCDE y de las cuotas sociales más altas. Eso, identificado por Olivier Blanchard y decenas de economistas, es uno de los grandes escollos a la contratación.

Estudios del International Labour Review (Alain Euzeby) o la OCDE muestran que el aumento de las cuotas sociales tiene un efecto negativo tanto en crecimiento como en recaudación. No tenemos que rompernos la cabeza con estudios. Tenemos el ejemplo en casa. España es uno de los países con unas cotizaciones sociales más altas y sufrimos una tasa de desempleo media del 17,5% desde 1980.

Subir esas cotizaciones es un coste adicional al empleador y hace que el sueldo bruto del ciudadano llegue a ser más del doble de lo que ve en la nómina. Vamos, que encarece la contratación y pone en riesgo el empleo, mientras el ciudadano ve menos dinero en su cuenta.

Subir los tipos tiene efectos sobre el coste del trabajador contratado, y puede incidir negativamente -y está demostrado- en el empleo y el consumo.

Pero lo que ya es una broma de mal gusto es proponer que se quite el tope de las bases máximas (que suban las cotizaciones, es decir, los impuestos) y encima que no aumenten las pensiones máximas. Vamos, un efecto confiscatorio de libro. Cotiza usted más pero no tiene derecho a una mejor pensión.

Si se “destoparan” las bases máximas, tendrían que aportar algo más los sueldos superiores a 3.642 euros, pero si eso fuera así, lo justo es que también se incrementara la pensión máxima, porque en un sistema contributivo no se puede exigir contribuir a cambio de nada. Y eso es lo que proponen algunos. Contribuir a cambio de nada -lo que pervierte el concepto de sistema de reparto- y además, poner una bomba en los cimientos de la economía atacando al empleo y el crecimiento que soportan dicho sistema.

Curiosamente, todos los sistemas que han acudido a las subidas de impuestos en la Eurozona para “garantizar las pensiones” han conseguido lo contrario. Francia tiene un déficit superior a 10.000 millones de euros y lleva recortando pensiones desde que instauró la subida de cotizaciones sociales y el “impuesto solidario”. La última, el año pasado. Francia tiene una pensión mínima, media y máxima inferior a la española y una tasa de reemplazo mucho más baja. Y, por supuesto, lleva más de dos décadas en estancamiento.

Al final, los mismos que se arrogan la etiqueta de “social” y de defensores “de lo público” son los que lo hacen insostenible y lo destruyen.

Orientar el sistema español a un sistema mixto de reparto y capitalización, como tienen en Suecia y los países nórdicos y de Centroeuropa, no es “liberal”, es lógico. El impacto demográfico -vivimos más, tenemos menos hijos- no se solventa subiendo impuestos, sino aumentando el empleo, atrayendo más empresas e inversión y mejorando la productividad. A impuestazos y políticas inflacionistas solo perpetuamos el desempleo y hundimos el poder adquisitivo de las pensiones. Luego, eso sí, le echarán la culpa a cualquier enemigo exterior. Texto original en LLENO DE ENERGÍA de Daniel Lacalle y publicado en el portal El Español. http://www.elespanol.com/economia/20161127/174112597_13.html

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