Hermosillo

Efrén Mayorga

Los médicos, vulnerables ante violencia e inseguridad: Narro.

+En entrevista con La Jornada, rindió un homenaje a los médicos en el servicio social.
+También rechazó que exista algún plan de privatización de los servicios

El secretario de Salud rechaza que haya un plan para privatizar el sector. Por el contrario, el compromiso oficial es fortalecer el servicio, dice a ‘La Jornada’.

Los médicos están en una situación de vulnerabilidad ante el clima de violencia e inseguridad en algunas entidades y desde la Secretaría de Salud “se ha hecho mucho” para mejorar las condiciones en que se encuentran. Pero es un tema nacional que se inscribe en una problemática que no empezó en 2012. Se agudizó desde 2008 –en el gobierno panista de Felipe Calderón- y va más allá del sector salud, afirmó el responsable de la política sanitaria del país, José Narro Robles.

En entrevista con La Jornada, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rindió un homenaje a los médicos en el servicio social y más aún porque ahora, la mayoría de egresados son mujeres. También están los empleados en programas como el de vectores que van a los lugares más apartados. “Hay un riesgo”, admitió.

De regreso por tercera vez en la Secretaría de Salud (Ssa), Narro también rechazó que exista algún plan de privatización de los servicios. El tema no está en la agenda del presidente Enrique Peña Nieto, ni en la del secretario ni de los directores de los institutos de seguridad social.

Por el contrario, el compromiso es con el fortalecimiento de los servicios públicos. “Es una obligación ética” y eso no significa combatir lo privado. “No vamos a pelearnos, vamos a coordinarnos”, sostuvo.

Enseguida la conversación completa con el secretario de Salud:

– ¿Qué le hizo regresar a la Secretaría de Salud?

– Regreso porque tuve la invitación del presidente de la República Enrique Peña Nieto y acepté porque la salud de los mexicanos es uno de los grandes espacios de la tarea pública. Es la esencia y función de un Estado.

No concibo un Estado actual, moderno que no tenga un compromiso con la salud.

– Es evidente la cercanía y el aprecio que le tiene el presidente

– Lo conozco hace no mucho tiempo. He desarrollado una relación cercana, de confianza y estoy muy contento y sí siento unas muestras de aprecio y afecto que son absolutamente recíprocas. Eso me da mucha confianza para tratar de hacer.

Entiendo que el presidente me invitó para que contribuya al desarrollo de los programas de gobierno en el campo de la salud y todo lo que yo pueda hacer.

– Se ha mencionado que usted podría estar entre los candidatos a la Presidencia en 2018.

– A mí el presidente de México me hizo una invitación para ayudarle, para contribuir en el campo de la salud. Esa fue la invitación y lo que me hizo regresar por tercera ocasión a la Secretaría de Salud y con puntualidad le digo que estos son tiempos de trabajar, de hacer lo que se tiene que hacer, de no tener distracciones de ningún tipo y menos de esa naturaleza. Yo no me distraigo, no pierdo el rumbo en ese sentido.

Y creo que lo que tenemos que hacer, quienes tenemos un compromiso con el gobierno en este momento, es hacer lo que nos toca.

-Sobre los temas de salud. El concepto de la universalización ha cambiado en los últimos años, primero se habló de un sistema único con un fondo único de recursos económicos, luego fue un sistema con portabilidad e intercambio de servicios, y ahora sólo es intercambio donde haga falta. ¿Hasta donde sí se puede llegar?

– Esto es muy importante porque en efecto, si uno tuviera que diseñar un sistema nacional, seguramente lo diseñaría de una forma ideal. Si a usted le dan parte del rompecabezas armado, tiene que tratar de completarlo, ese que existe. Hay cosas que se pueden hacer para avanzar en la universalización.

La más elemental e inmediata es evitar duplicaciones o multiplicaciones innecesarias y segundo: usemos los recursos públicos de la manera más conveniente.

Yo tengo infraestructura, tengo capacidad, disponibilidad, ¿tú necesitas? Entre instituciones públicas. En este momento tres: IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud federal y los servicios estatales. Eso es lo mínimo, lo elemental y además sí da posibilidades de avanzar en la búsqueda de la universalizacion de los servicios.

– ¿Cómo entiende la universalización de los servicios?

– Que todos los mexicanos tengan acceso oportuno, expedito, cercano a los servicios de salud y que los mismos se presten con calidad.

– Sobre el Acuerdo Nacional para la Universalización en Salud, ¿cuántos estados se sumarán a ese acuerdo en junio?

– Estamos avanzando. Idealmente que todos los estados puedan aprovechar esta posibilidad. Los grandes actores en el proceso son las instituciones federales, las de seguridad social, y las que dan atención a la población que no tiene acceso a los servicios de seguridad social.

Ahora tenemos que aprovechar que existe una estupenda relación entre la seguridad social y la SSA, porque a mí me consta que no siempre se han dado esas buenas relaciones.

Además, siento que ese mismo ánimo existe entre los secretarios de salud, los delegados del IMSS y el ISSSTE, por lo que tenemos buenas posibilidades de tener un número importante de entidades federativas y podemos encontrar un buena cantidad de enfermedades, en cuya atención se logre la sinergia entre la capacidad instalada y la necesidad detectada, emparejarlas y conseguir que se tenga esa mejoría en la cobertura de los servicios.

Después de mostrar esa voluntad política, lo que hemos hecho es detectar acciones de salud en las que podemos ponernos de acuerdo. Definir cuánto cuesta atender a una persona en una unidad de terapia intensiva. Es muy laborioso.

– Llevan tres años en este trabajo…

– Así es. Yo lo que estoy haciendo es aprovechar las experiencias del pasado y el trabajo que se ha realizado en estos tres años. Lo importante es que sí se haga ahora.

– ¿Dónde no se le ha dado en el clavo en salud?

– Hay pendientes, rezagos, dificultades. Hay cosas … tenemos asuntos como la diabetes, sobrepeso y obesidad, cáncer y otros tan complicados de entender y aceptar como el embarazo en niñas y adolescentes. No es lo que uno quisiera, porque con frecuencia no es una decisión informada, reflexionada, sino que son situaciones que se presentan y que desde el gobierno, con la participación de la familia y de otros actores, tenemos que transformar. Tenemos que darles a los niños y jóvenes otras posibilidades.

No le hemos dado al clavo, por eso a diario 30 niñas están dando a luz.

Algunos son relativamente nuevos, como el Zika. Cuando me fui de la Ssa en 1999, eso existía sólo entre los investigadores en virología, particularmente entre los europeos.

Y otros que han aumentado. Ahí está la insuficiencia renal crónica o los problemas de organización de los servicios.

– La ley prevé la participación del sector privado

– Así es. Yo no estoy en contra. Al contrario hay que usarlo y procuraremos encontrar todas las fórmulas de coordinación porque el problema de la salud es que no distingue preferencias, orientaciones, militancias de ningún tipo, ni condiciones. Pero hay que usar racionalmente todo.

– Hay riesgo de privatización …

– No. con toda claridad lo digo. Eso está en la mente de quienes sólo piensan en eso. Privatizar servicios de salud no está en la agenda del presidente Peña ni en la agenda del secretario de Salud y tampoco en los titulares de las Instituciones.

Tenemos el compromiso de fortalecer lo público. Es una obligación ética, lo cual no quiere decir combatir lo privado. Aquí no vamos a pelearnos, vamos a coordinarnos, a articularnos, y primero los responsables de las instituciones públicas.

– En reiteradas ocasiones fue crítico del Seguro Popular, desde su puesta en marcha y de sus alcances. ¿Hoy que piensa?

– Que soy un profesional y me toca ver, después de más de una década de estar funcionando, la manera de aprovechar las ventajas. Nunca dije que no tenía ninguna ventaja y nunca he dicho que esté exento de defectos. Y entonces la responsabilidad que tengo, como profesional, es aprovechar las ventajas y ventanas de oportunidad, como se dice ahora, para tratar de corregir los defectos y, con el impulso del Seguro Popular alcanzar la cobertura universal.

– El derecho al aborto?

– Sí, la interrupción legal del embarazo. Tenemos que discutirlo. En el Consejo Nacional de Salud nos presentaron los datos de la ciudad de México donde la práctica está despenalizada. Casi 150 mil interrupciones de embarazo con cero muertes maternas y mecanismos que no ponen en riesgo la salud de la mujer. Tenemos que discutirlo. Hablar las cosas, verbalizar los problemas y asuntos nunca será malo.

– Otro tema es la reproducción asistida.

– Ese es otro. Hay temas muy sensibles. Pero no podemos dejar de reconocer que esto ha cambiado. En los años 80, cuando fui director de salud pública en el Distrito Federal, la lucha era aceptar la palabra condón. Se tenía que decir preservativo porque si no lo veían mal a uno. La interrupción legal del embarazo era lo más distante que se podía uno imaginar. Hemos avanzado, incluso en aceptar que hay formas diferentes de ver las cosas.

– La inseguridad en la que se encuentran los médicos en los estados. Es frecuente saber de muertes del personal pero parece que no se ha hecho nada.

– Se ha hecho mucho, pero no depende nada más del área de la salud. Es un tema de seguridad general, algo que nos ha afectado y no empezó en 2012. Se agudizó desde 2008.

– Los médicos son vulnerables…

Sí lo son. Cómo no van a serlo si tenemos médicos en comunidades muy apartadas, cómo no van a serlo si están por su vocación. Desde aquí les rindo un homenaje a los miles de médicos que desde hace muchos años, en el servicio social u otra actividad relacionada con la profesión como las enfermeras, los trabajadores en el programa de vectores que van a los lugares más apartados a nebulizar. Claro que hay un riesgo y la gente que está cometiendo delitos, que también se enferma y se les hace muy fácil hacer uso de la fuerza para obligar a un profesional de la salud.

Ahora, sobre los temas de obesidad y tabaquismo, ¿es la industria o somos las personas? Nos falta educación para la salud. Yo tengo derechos y la libertad de comer lo que yo quiero, aunque con mucha frecuencia, desafortunadamente, sólo lo que puedo.

Se necesita que todos estemos informados y que todos sepamos por ejemplo, leer las etiquetas, saber cuántas calorías, grasas y carbohidratos contienen los alimentos. Pero si además no me muevo, no hago ejercicio, si fumo y bebo.. ese es parte del problema que tenemos. Es multicausal.

– Se habla del ambiente obesigénico…

-Hemos mejorado mucho. En publicidad hay horarios. Hay asuntos que sí se pueden y otros que no se pueden. Se están instalando algunos miles de bebederos en las escuelas públicas por ejemplo. Avanzamos no al ritmo que quiséramos, pero también nos ha llevado mucho tiempo tener estos problemas, así que nos va a llevar mucho tiempo salir de ellos. Al problema de obesidad no nos metimos de un día para otro, no vamos a salir de un día para otro. Vamos a tener que hacer muchas cosas entre todos. Es un asunto del gobierno, de los distintos sectores y de la sociedad en su conjunto. Con Ángeles Cruz Martínez, mar, 31 may 2016 07:03.

Lea aquí la entrevista completa
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/05/31/narro-hay-que-fortalecer-el-sector-salud-no-privatizarlo

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