Hermosillo

Efrén Mayorga

2 de octubre de 1968 Tlatelolco así fue

+Así ocurrieron los hechos hace 47 años
+2015 Movilización del 2 de octubre, perturbada al final por petardazos

Este año se cumplen 47 años de los sucesos del 2 de octubre de 1968, un día substancialmente comprometido para la historia moderna de México. La matanza de estudiantes llevada a cabo en esa jornada cambió para siempre la historia del país.

He aquí una breve cronología de los principales acontecimientos previos a esa singular fecha tan significativa, tanto para las instituciones como para la sociedad y los seres humanos que la integramos.

El 2 de octubre de 1968, Un grupo armado, vestido de civil, dispara contra una multitud en Tlatelolco. Al mismo tiempo que cinco mil soldados entran por todos los accesos a la misma. Se entabla un intenso tiroteo entre ese grupo y los soldados; la masa de estudiantes recibe el fuego cruzado y según la prensa internacional caen cientos de muertos, en realidad nunca se supo cuántos murieron físicamente ahí y cuántos anímicamente en todo el país.

A principios de julio de 1968, por motivos baladíes, se enfrentaron estudiantes de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional, con los de la preparatoria particular «Isaac Ochoterena»; fueron reprimidos con gases lacrimógenos y ocupadas las vocacionales por granaderos el 24 de julio de 1968, lo que hizo que hubiera más protestas estudiantiles. El Departamento del Distrito Federal, dio permiso para dos manifestaciones que se realizaran el 26 de julio: una organizada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos para protestar por la agresión a los estudiantes y otra para conmemorar el aniversario de la revolución cubana, promovida por jóvenes del Partido Comunista Mexicano.

El punto de reunión fue el Hemiciclo a Juárez, en la Alameda Central; ambas manifestaciones se unieron y se dirigieron hacia la Plaza de la Constitución; pero ocurrió un largo y violento encuentro entre los manifestantes y la policía; el edificio del Partido Comunista fue allanado y aprehendidos algunos de sus miembros.

El 22 de julio se registró una pelea entre estudiantes de la Vocacional 2 y de la preparatoria particular Isaac Ochoterena, en la Ciudadela. Al día siguiente, en represalia, los estudiantes de preparatoria apedrearon la Vocacional 2. En este enfrentamiento se ponía de manifiesto la antigua rivalidad que existe entre las vocacionales, pertenecientes al Instituto Politécnico Nacional (IPN), y las preparatorias incorporadas a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El 26 de julio una manifestación de estudiantes que conmemoraba la Revolución Cubana, se encontró con otra organizada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), que protestaban por la intervención policíaca durante la pelea entre alumnos de la Vocacional 2 y los estudiantes de preparatoria. La manifestación fue reprimida duramente por la policía.

El 27 de julio, los estudiantes tomaron las preparatorias 1, 2 y 3 de la UNAM, como una manifestación de protesta ante los enfrentamientos ocurridos entre granaderos y estudiantes.; los granaderos no pudieron contener a los estudiantes e intervino el ejército.

Al amanecer del 30 de julio, una de las puertas de la Prepa 1 (San Ildefonso) fue destruida con un bazucazo y los militares la ocuparon, junto con las preparatorias 2, 3 y 5 de la UNAM; y la vocacional del IPN. Tras cientos de heridos y un millar detenidos, el movimiento comenzó a crecer hasta que las escuelas del IPN, de la UNAM, de Chapingo y varias Universidades de los estados de la República, se declararon en huelga; se les unieron la Coalición de Profesores de Enseñanza Media Superior y algunas universidades particulares. En la Ciudad Universitaria, el rector Barros Sierra izó la bandera nacional a media asta, declaró que se había violado la autonomía universitaria y las transmisiones de Radio UNAM concluyeron temprano, en señal de luto por los hechos de los días anteriores. La policía abandonó las instalaciones de la Preparatoria 5.

El 1 de agosto el rector encabezó una manifestación que, desde CU, recorrió la avenida Insurgentes hasta Félix Cuevas, dobló por ésta hacia avenida Coyoacán y regresó por la avenida de la Universidad al punto de partida, concluyendo con un mensaje del ingeniero Barros Sierra. El presidente Gustavo Díaz Ordaz, en un discurso pronunciado en Guadalajara, ofreció su «mano tendida» a quien quisiera estrecharla. Al día siguiente fue creado el Consejo Nacional de Huelga (CNH), formado por estudiantes y maestros de la UNAM, el IPN, las escuelas normales, El Colegio de México, Chapingo, la universidad Iberoamericana, el colegio La Salle, y algunas universidades estatales.

El 4 de agosto, el movimiento estudiantil presentó un pliego petitorio que invalidó el de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), controlada por el gobierno, que había aceptado Corona del Rosal, regente capitalino:

1. Libertad a los presos políticos
2. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal. (Instituían el delito de disolución social y sirvieron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes)
3. Desaparición del Cuerpo de Granaderos
4. Destitución de los jefes policíacos
5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto
6. Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

Las marchas continuaron y la organización del Consejo Nacional de Huelga creció.

El 13 de agosto, se realizó una gran manifestación -de alrededor de 150,000 participantes- al Zócalo, que partió del Museo Nacional de Antropología. Se sumaron al movimiento estudiantes del Conservatorio Nacional y de la Normal Superior. El CNH declaró que la FNET no representaba al estudiantado.

El 15 de agosto, el Consejo Universitario de la UNAM hizo suyas las demandas estudiantiles. Siguieron las marchas y aumentaron los apoyos. Las autoridades convocaron al diálogo, pero el Consejo Nacional de Huelga, insistió en el diálogo público.

El 22 de agosto el gobierno declaró que tenía la mejor voluntad de dialogar con representantes estudiantiles. Profesores y estudiantes respondieron afirmativamente, siempre y cuando el diálogo se realizara en presencia de la prensa, la radio y la televisión.

El 27 de agosto hubo un mitin en el Zócalo de alrededor de 300,000 participantes y se izó la bandera rojo y negra; ante el inminente informe presidencial, los manifestantes decidieron permanecer ahí, pero fueron desalojados violentamente por el ejército. Al día siguiente hubo un acto de desagravio a la bandera nacional, al que asistieron trabajadores al servicio del Estado. Nuevo enfrentamiento con fuerzas públicas; comandos del ejército se apostaron en las cercanías de la Ciudad Universitaria y de Zacatenco. Comenzaron a unirse al movimiento otros grupos médicos y obreros. Díaz Ordaz, en su informe, denunció la injerencia de grupos ajenos que intentaban sabotear los Juegos Olímpicos que se inaugurarían el 12 de octubre y amenazó con hacer uso de la fuerza pública para mantener el orden.

El 1 de septiembre, el presidente rindió su cuarto informe de gobierno.

El día 7 de septiembre se celebró un mitin en Tlatelolco.

El 9 de septiembre, Barros Sierra rector de la UNAM, declaró: «nuestras demandas institucionales han quedado satisfechas» y llamó a levantar la huelga.

El 13 de septiembre tiene lugar la «marcha del silencio», una manifestación de más de 250,000 personas, en donde todos iban en silencio para evitar que la policía pusiera como pretexto la provocación por parte de los estudiantes.

El 18 de septiembre, el ejército tomó Ciudad Universitaria con diez mil efectivos y detuvo a centenares de estudiantes y algunos maestros. Cabe señalar que las actividades de investigación y administrativas no habían entrado a la huelga, así como algunas de difusión cultural. Sólo la actividad docente permanecía interrumpida.

El 19 de septiembre, el rector protestó por la ocupación militar y encabezó una manifestación, la primera en la que la rectoría de la UNAM apoyó explícitamente al movimiento, la ocupación duró 12 días. La Cámara de Diputados, en voz de su líder Luis Farías, atacó al rector Barros Sierra, quien presentó su renuncia, sin que le fuera aceptada. La Junta de Gobierno le pidió expresamente que permaneciera al frente de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El 27 de septiembre, ante la negativa del Consejo Universitario, Barros Sierra retiró su renuncia. Se realiza un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, ahí se invita a otro mitin que se llevará a cabo el 2 de octubre, en ese mismo lugar a las cinco de la tarde.
El día 30 de septiembre el ejército se retiró de Ciudad Universitaria. El 1 de octubre se reanudaron las labores de investigación, administración y, parcialmente, las de difusión cultural en la UNAM. El CNH decidió mantener la huelga escolar.

El día 2 de octubre se había planeado una marcha estudiantil que partiría de la Plaza de las Tres Culturas al Casco de Santo Tomás del IPN, pero ante el cerco policíaco, se había optado por sólo realizar un mitin. DCD.

La tarde del 2 de octubre, cuando la ciudad guardaba silencio, miles de estudiantes salieron a la calle a protestar contra el autoritarismo. Con información y texto del portal del Instituto Nacional de Estudios Políticos, a. c. INEP: http://www.inep.org/content/view/113/108/. (Acerca del INEP; es una asociación civil, sin fines de lucro, integrada por profesionales de las ciencias políticas y de la administración pública, así como de otras disciplinas afines). Originalmente publicado en: http://blogs.periodistadigital.com/hermosillo.php/2007/09/30/2-de-octubre-tlatelolco

++2 de octubre de 2015
Movilización del 2 de octubre, perturbada al final por petardazos.
Al conmemorarse el 47 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre, decenas de miles de personas marcharon de la Plaza de las Tres Culturas al Zócalo, donde se realizó un mitin encabezado por el Comité del 68.

La llamada “Jornada de Tlatelolco a Ayotzinapa. 47 años de lucha contra la impunidad” destacó la demanda de justicia por la matanza ocurrida durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y por la desaparición de los 43 jóvenes de la normal rural Isidro Burgos.

La multitudinaria movilización transcurrió de manera tranquila casi en su totalidad. Las consignas «Hasta encontrarlos» y «2 de octubre no se olvida» se escuchaban intercaladas con cánticos de protesta. Pancartas con los rostros de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y mensajes de apoyo a los familiares de los 43 fueron la constante.

No más de una veintena de jóvenes participó en los actos de violencia. Con el rostro cubierto, los inconformes realizaron pintas en bardas durante la caminata y rompieron cristales en una estación del Metrobús. Ya en el Zócalo, mientras Félix Hernández Gamundi, del Comité del 68, pronunciaba un discurso, lanzaron petardos y bombas molotov contra policías federales que acudieron a custodiar Palacio Nacional.

Los jóvenes, de acuerdo con la agencia Afp, prendieron fuego en las cercanías de una de las puertas de madera de Palacio Nacional, y ello condujo al despliegue de un nutrido grupo de policías federales, quienes respondieron con gases lacrimógenos para dispersar al grupo violento.

Desde el micrófono se llamó a la calma y no caer en provocaciones, pero el grueso de los manifestantes decidió retirarse. «No se estresen, no corran, váyanse en orden», decía Hernández Gamundi desde el micrófono mientras numerosas personas salían corriendo y otras trataban de protegerse de los gases tapándose la boca y la nariz con sus ropas.

Policías antimotines del Distrito Federal persiguieron a los jóvenes agresores y detuvieron a algunos, a quienes liberaron momentos después, cuando la mayoría de manifestantes se había retirado.

En esta ocasión, en la marcha del 2 de octubre, la exigencia de justicia no sólo es por los caídos de 1968. A poco más de un año de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, su presentación con vida, esclarecimiento de los hechos y castigo a los culpables se suma a las demandas.

Como en otros años, estuvieron presentes quienes hace casi cinco décadas cursaban sus estudios universitarios o de preparatoria, pero también asisten jóvenes estudiantes, maestros, activistas y sindicalistas.

Previo a la movilización, los organizadores hicieron diversos llamados a mantener una protesta pacífica, sin caer en provocaciones, y se deslindaron de cualquier acto de agresión, tras recordar que esta marcha también se realiza como parte del Día Internacional de la No Violencia.

La conmemoración del 47 aniversario de la masacre de Tlatelolco, encabezada por el Comité 68 y padres de los 43 normalistas desaparecidos, se realizó en el contexto de la visita a México de integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). LA JORNADA. Vie, 02 oct 2015 16:17 http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/10/02/preparan-marcha-por-el-2-de-octubre-en-tlatelolco-7317.html

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