El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que, a pesar de los avances legales e institucionales en materia de derechos humanos, “aún prevalecen desafíos importantes que no debemos ni vamos a ignorar.

Tenemos que hacer más, mucho más, para garantizar en nuestro país los derechos inherentes a todo ser humano”, consideró.

Manifestó que quienes tienen una responsabilidad pública deben renovar su compromiso para que los preceptos de las leyes en esta materia sean efectivamente una realidad en el país.

Durante la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos, el primer mandatario aseveró que lo anterior implica todo un proceso de cambios, de mente, de actitud, de aptitud, de capacidad y de compromiso de todos quienes son autoridades y de la sociedad en su conjunto.

Reveló que de 2012 a la fecha se ha reducido 60% las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al gobierno federal.

Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, afirmó que las manifestaciones sociales son una expresión de hartazgo ante la impunidad, de indignación por la complicidad entre algunas autoridades y delincuentes y de inconformidad contra los abusos de poder y la falta de respuesta de las autoridades a las demandas por un país más justo e incluyente.

Este año, el premio fue otorgado a Juan Manuel Estrada Juárez, quien pidió por la niñez y en especial por las víctimas del albergue de Rosa del Carmen Verduzco, Mamá Rosa, en Morelia, Michoacán.

PEÑA LLAMA A ENCARAR DESAFÍOS EN DERECHOS
Si bien se ha avanzado mucho en la salvaguarda, defensa y protección de los derechos humanos en México a lo largo de este gobierno, reduciéndose las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en 60 por ciento, lo cierto es que aún predominan severos desafíos que debemos afrontar y resolver entre todos, autoridades y sociedad civil, reconoció el presidente Enrique Peña Nieto.

El Ejecutivo sostuvo que “a pesar de estos avances legales e institucionales, aún prevalecen desafíos importantes que no debemos ni vamos a ignorar. Tenemos que hacer más, mucho más, para garantizar en nuestro país los derechos inherentes a todo ser humano”.

En este sentido, el mandatario pidió a los gobernantes de todos los órdenes de gobierno asumir esta obligación ética: “quienes tenemos una responsabilidad pública, debemos renovar nuestro compromiso para que los preceptos de las leyes en esta materia sean efectivamente una realidad en nuestro país. Esto implica todo un proceso de cambios, de mente, de actitud, de aptitud, de capacidad y de compromiso de todos quienes son autoridades y de la sociedad en su conjunto”, insistió.

De una u otra manera, Peña comentó los señalamientos que hiciera el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, quien le demandó que para entender la complejidad del enojo colectivo traducido en la toma y marchas en las calles, es obligado en el gobierno “un cambio de actitud, estrategia y discurso”, señalándole además que hay crisis de derechos humanos en zonas importantes del país.

Y en efecto, añadió el titular de la CNDH, dar todo el apoyo al ejercicio de la libertad de expresión y de la protesta pacífica en el marco de la ley, pero también “la aplicación estricta de la misma a quien ejerza violencia, afectando derechos e intereses de terceros”.

Al entregar en Los Pinos el Premio Nacional de los Derechos Humanos 2014 a Juan Manuel Estrada, Peña Nieto aseveró que hay que hacer realidad el andamiaje legal que se ha construido en los últimos años y también se requiere, con el apoyo del Congreso, dijo, actualizar el marco jurídico en los temas de tortura y desaparición forzada, mejorar protocolos para prevenir y sancionar con eficacia estos casos, crear nuevos mecanismos e indicadores en materia de derechos humanos, generar un Sistema Nacional de Búsqueda de Personas No Localizadas y publicar el Reglamento de la Ley General de Víctimas.

En todos estos asuntos, consignó Peña Nieto, “debemos asumir nuestros deberes y obligaciones, y ajustar todo lo que tengamos a ajustar para asegurar el pleno respeto a los derechos fundamentales de todas las personas. En esta misión, el gobierno de la República está haciendo su parte y vamos a hacer mucho más”, le garantizó a su auditorio.

González Pérez, con menos de un mes en su calidad de ombudsman, se mostró preocupado e indignado por los casos de Iguala y Tlatlaya que ha sacudido la conciencia social y evidenciado un malestar comunitario que ya se venía gestando de tiempo atrás.

Ante el Ejecutivo, en esta ceremonia realizada en el Salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, el funcionario indagó en voz alta sobre ambas tragedias:

“¿Dónde estaban las instituciones de seguridad del Estado que debían prevenir los riesgos y amenazas a la seguridad interior y al orden público? ¿Qué hacían las autoridades competentes de los distintos niveles de gobierno cuando acontecían esos deleznables episodios? ¿Cómo pudimos llegar a tal grado de deterioro social e institucional en esas regiones del país?”

En ese sentido, quien fuera también abogado de la UNAM resaltó que en México la violencia e inseguridad, corrupción e impunidad han provocado, además de dolor e indignación, un sentimiento de desconfianza hacia nuestras instituciones, de malestar, de fractura en nuestro Estado de derecho, “así como una percepción de lejanía e indiferencia de las autoridades ante los reclamos de la sociedad”.

A su juicio, “los derechos humanos están en crisis en algunas regiones de nuestro país”; le dijo al Ejecutivo que “los oprobiosos hechos de Iguala y Tlatlaya no son producto de una generación espontánea”, y que “las condiciones que los propiciaron se gestaron paulatinamente desde hace tiempo”. Hoy día los mexicanos “tenemos un reclamo de justicia y de verdad”, ratificó.

Por lo demás, afirmó el ombudsman, “las manifestaciones son una expresión de hartazgo ante la impunidad, de indignación por la complicidad entre algunas autoridades y delincuentes y de inconformidad por los abusos de poder y la falta de respuesta de las autoridades a las demandas por un país más justo e incluyente”.

Diagnóstico

La situación de los derechos humanos en el país en voz de los protagonistas:

Las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hacia el gobierno federal se han reducido en 60 por ciento.

El ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez dijo que los derechos humanos están en crisis en algunas regiones de nuestro país.
Los oprobiosos hechos de Iguala y Tlatlaya y las condiciones que los propiciaron se gestaron paulatinamente desde hace tiempo, dijo la CNDH.
– Las manifestaciones son una expresión de hartazgo ante la impunidad, sentenció González Pérez. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/12/13/997385