(VIII) What Happened, Miss Simone?

What Happened, Miss Simone? (2015, Liz Garbus, 1:41)

La más que torturada vida de Nina Simone -ya ven, otro personaje torturado para la colección- también da para mucho. Tanto es así que Liz Garbus, que hace un excelente trabajo contándola, recibió el Oscar al mejor documental por What Happened, Miss Simone? Personalmente me ha parecido magnífico y más que recomendable, y no sólo para para admiradores de Simone o para aficionados al Jazz. Por cierto, que a Simone no le gustaba que le encasillaran en el jazz, ya que además de su educación como pianista clásica tocó y cantó de todo: blues, folk, R&B, gospel y también pop.

En cualquier caso este es mucho más duro que todos los documentales sobre músicos que he puesto en este blog. Y digo que este es más duro porque la llamada Gran Sacerdotisa del Soul -a ella esta definición no le gustaba nada- era una mujer para la que la palabra torturada se queda muy corta. Su vida fue acorde con todo lo que llevaba dentro, que desgraciadamente para ella era mucho y no era nada bueno. Fue una mujer incomprendida y con muchos traumas, un alma solitaria que sufría -y expresaba al exterior- con rabia, con ira, y hasta con odio, el dolor que llevaba dentro, así como el de saberse solitaria e incomprendida. Dice su hija Lisa:«mi madre era Nina Simone a todas horas del día todos los días de la semana, y cuando el show se acababa ella se iba a casa y seguía siendo Nina Simone, sóla, luchando contra sus propios demonios, enfadada, llena de ira. No podía aguantarse a sí misma y todo se le desmoronaba»

Eunice Waymon nació en una familia muy humilde de Carolina del Norte, su padre era jornalero y tanto él como su mujer eran ministros de la Iglesia Metodista.

Con tres años empezó a cantar y a tocar el piano en la iglesia local. A los doce dio su primer recital, y sus padres, que estaban sentados en la primera fila, tuvieron que ceder su sitio a una pareja de blancos. Eso era lo normal en Carolina del Norte hace ochenta años. 

Como demostró con creces que era muy buena al piano, su profesora de piano, sus padres y toda la comunidad reunieron fondos e hicieron un gran esfuerzo para mandarle a una academia de Nueva York a fin de educarle como pianista clásica. Sin embargo años después no fue admitida en la escuela de música de Filadelfia, a donde su familia se había mudado para estar cerca de ella. Ella siempre mantuvo que el motivo de ser rechazada fue lisa y llanamente el racismo y que el color de su piel le cerró todas las puertas en su objetivo último de ganarse la vida como la primera pianista clásica negra de estados Unidos, y de tocar Johan Sebastian Bach en el Carnegie Hall de Nueva York.

Cuando se le acabó el dinero tuvo que dejar de estudiar piano y se tuvo que ganar la vida como pudo, al principio dando clases a otros y después actuando, a veces hasta las siete de la mañana, en clubs nocturnos donde empezó a tocar jazz, blues y folk. Para que sus padres no se enteraran de que estaba tocando la «música del diablo» en garitos de mala muerte se cambió el nombre a Nina Simone (Nina viene del castellano niña y Simone en honor a la actriz Simone Signoret).

En un club donde tocaba no tardaron en exigirle que también cantara si quería mantener el trabajo y así se destapó como le enorme cantante que acabó siendo.

Enseguida se fijaron en ella y le invitaron a actuar -con gran éxito- en el Festival de Newport. En 1957, con 24 años, grabó su primer LP, con una magnífica versión del I Loves you Porgy sacada del musical Porgy and Bess de George Gershwin, además de una versión de My Baby Just Cares For Me. Tuvo un gran éxito y lanzó su carrera.

Pronto tuvo más éxitos discográficos versioneando entre otros a Duke Ellington («Wild Is the Wind»), a Jay Hawkings («I Put a Spell on You»), a Bob Dylan («The Times They Are A-Changin'») y a George Harrison («Here Comes the Sun»).

La ironía es que Nina Simone acabó tocando, cantando, y triunfando en el Carnegie Hall, aunque no fue con Bach precisamente.

A pesar del éxito su vida fue más que tormentosa. Diagnosticada como bipolar, tomaba medicación y abusaba de ella. Su primer matrimonio duró muy poco. En el segundo se casó con un ex-policía con el tuvo a su hija Lisa y que pronto se convirtió en su manager, pero era una persona violenta que pronto empezó a maltratarla, tanto anímica como físicamente.

Ella también protagonizó episodios violentos y llegó a disparar su pistola -por suerte sin acertar- al ejecutivo de una discográfica porque creía que le estaban robando sus royalties. Simone dijo después que «había intentado matarle, pero falló». También disparó con una escopeta de perdigones a un vecino -y esta vez no falló- porque «se reía demasiado alto y le desconcentraba».

Si ven el documental, cuando falta exactamente 20´para el final, verán a Nina en concierto y en estado puro, mandando sentarse en términos más que contundentes a una espectadora. Da miedo.

Tras la violenta represión en los años sesenta de los negros que se atrevían a reclamar sus derechos, Simone se implicó a tope en el movimiento por los derechos civiles de los negros, y su música se convirtió en un auténtico desafío al stablishment, incluso incitando abiertamente desde los escenarios a la violencia y a la lucha armada para conseguir un estado independiente. Justo lo contrario del cambio gradual y pacífico que reclamaba Martin Luther King… hasta su asesinato.

Lógicamente el activismo de Simone no favoreció nada su carrera profesional en Estados Unidos, donde fue abiertamente boicoteada, sobre todo en los estados del sur.

La situación política de los negros en Estados Unidos, unida a las palizas que le daba su marido, hizo que Nina Simone se decidiera a abandonar con su hija su país, su carrera y a su marido, para instalarse primero en Barbados y después en Liberia. Pero al poco tiempo era su hija la que se quejaba de las palizas y los malos tratos que le daba Simone. Liza pronto se volvió a Estados Unidos para vivir con su padre.

Por su parte, Nina abandonó Liberia y peregrinó por Inglaterra, Belgica, Francia, Suiza y Holanda. En su último concierto en Estados Unidos se dirigió al público diciendo:«si quieren volver a verme tendrán que viajar, porque no volveré a este país». Y no volvió. Murió en Francia en 2003.

En su autobiografía dejó escrito que su trabajo como artista era «hacer sentir a la gente a un nivel profundo… y cuando lo consigues, cuando enganchas a la audiencia, siempre te das cuenta porque es como electricidad flotando en el aire». Efectivamente, Nina fue muy grande y eso lo consiguió con creces. Si están de acuerdo conmigo háganse un favor y vean What Happened, Miss Simone?, no les defraudará.

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Autor

Enrique Zubiaga

Soy un aviador vasco que he visto mucho mundo y por eso puedo decir alto y claro, y sin temor a equivocarme, que tenemos un país increíble y que como España en ningún sitio.

Enrique Zubiaga

Soy un aviador vasco que he visto mucho mundo y por eso puedo decir alto y claro, y sin temor a equivocarme, que tenemos un país increíble y que como España en ningún sitio.

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