¿Seducida y abandonada? Eso parece

Me manda una buena amiga una noticia del diario Expansión con esta afirmación del ministro Soria: «La fusión con British no ha sido buena para Iberia». Añade mi amiga: «que Santa Lucia conserve la vista a nuestro Ministro de Industria».

Tiene más razón que un santo. Dos años han pasado desde que las primeras voces empezaron a advertir del rumbo que estaba tomando el matrimonio con British Airways y de cómo iba a acabar Iberia (me viene a la cabeza Stefania Sandrelli en la película Sedotta e abbandonata).

Lo malo es que esas voces eran las de los pilotos y en este país todo el mundo sabe que son unos señoritos millionarios e insolidarios que solo miran a su propio ombligo, que -oído literalmente en una radio- «buscan la ruina de la empresa» y que es genéticamente imposible que digan una sola verdad. Esto, que se ha encargado de repetir hasta la saciedad el potente departamento de comunicación de la empresa, ha calado en la opinión pública, lo cual es muy cómodo ya que siempre viene bien tener un culpable de todos los males. Chivo expiatorio se llama la figura.

Pero, lo que son las cosas, resulta que poco después se unieron a las advertencias de los pilotos otros trabajadores y para el invierno de 2012 la protesta era un clamor y miles de trabajadores de todos los estamentos de la empresa se manifestaban un día sí y otro también por las calles de Madrid, en la T4 y en todos los aeropuertos de España. Los telediarios abrian con esas imágenes y muchos empezaron a preguntarse por qué todos los sindicatos, sin excepción, y por qué también los mecánicos, maleteros, administrativos, auxiliares de vuelo, ingenieros, despachadores, coordinadores, facturadores… llevaban las misma pancartas que el odiado SEPLA, pancartas que no decían otra cosa que lo que ahora parece haber visto el Sr. Ministro y algunos más de los linces que nos gobiernan y que, dicho sea de paso, tienen cientos de asesores a su servicio (y a nuestro sueldo): que se estaba desmantelando iberia. Nos dice el Sr. Soria: «mientras que British Airways ha aumentado ingresos y frecuencias, en Iberia ha ocurrido lo contrario y han bajado ingresos y vuelos».

En efecto, los perspicaces observadores que han tardado dos años en ver la luz nos informan ahora que con el vaciado de Iberia se está vaciando la T4, que nos costó una fortuna, y que con Iberia se hunde el turismo de Madrid. También nos anuncian que por primera vez El Prat -Vueling, que ya es más grande que Iberia, es una empresa catalana con sede en Barcelona- supera a Madrid en pasajeros.

Así las cosas yo me pregunto ¿y que ha hecho el Gobierno para evitar esta situación cuando hasta hace poco era el mayor accionista de IAG? Nada.

Y si hubiera sido al revés, ¿hubiera tolerado el Gobierno Británico a Iberia el desmantelamiento de British? Pues visto como actuaron en Malvinas y cómo están actuando en Gibraltar no parece probable que se dejaran robar la cartera por una empresa extranjera, ¿no?

Con este panorama se ha celebrado en Madrid la junta de accionistas en la que se votaba la adquisición de 98 aviones de última generación para el grupo IAG, que componen British, Iberia, Iberia Express y Vueling. Pues bien, como nos cuenta El País, se ha aprobado la compra de de 18 Boeing 787 y 18 Airbus A350, más otras 18 opciones, de largo radio para British Airways, así como la adquisición de 30 Airbus 320ceo y 32 A320neo, más otras 58 opciones, de corto y medio radio para Vueling. Es decir, que aunque ya habían comprado cuarenta aviones para British -entre ellos el buque insignia de Airbus, el gigantesco 380- se disponen a comprar ahora 98 más, más 76 opciones, de lo último y lo mejor en la industria en cuanto a eficiencia y consumo.

Llegados a este punto quizá se pregunten ustedes como me pregunto yo: ¿y para Iberia cuantos aviones vienen? Ninguno, para Iberia no hay previsto comprar ningún avión, como explica 5 Días: «la aerolínea británica integrada con Iberia en IAG compra aviones para crecer en Asia y expandirse hacia el Sur de América, donde la española ha renunciado a producción cerrando rutas con Cuba o República Dominicana». Añade 5 Días: «sobrevolaban en la sala las sonoras quejas de los trabajadores de Iberia, que durante el invierno pasado clamaron contra el “desmantelamiento” de la empresa»… «el presidente de IAG e Iberia, Antonio Vázquez, aseguró que “no está previsto que los nuevos aviones de British se dediquen a Latinoamérica”… «añadió que el holding quiere el bien de todas sus aerolíneas por igual, pero solo las solventes pueden acceder a la compra de aparatos».

Pero, a diferencia de British ¿Iberia no llevaba, un montón de años ganando dinero y tenía en caja 2.500 millones el día de la boda? ¡Andá! pues es verdad.

O sea, que si he entendido bien lo que dice también ABC , no habrá aviones nuevos (con un ahorro en el gigantesco gasto de combustible de hasta un 30% respecto a la actual flota de Iberia) ya que «Las compañías que no generan beneficios no tienen capacidad de invertir. Iberia tiene futuro, pero para ello necesita continuar con el plan de transformación en marcha”.

Lo malo es que no veo cómo Iberia -que ha perdido más de la mitad de su flota y de sus vuelos desde la boda, que ha despedido a miles de trabajadores y que ha bajado el sueldo a los que quedan sin complejo alguno- puede competir en tarifas y ganar dinero si se va de todos los sitios, entregando sus vuelos a la competencia, y además opera con una flota obsoleta y con unos rivales que ya operan con los aviones más modernos o los están recibiendo.

Si los pilotos no tienen vuelos ni aviones que volar serán cada vez menos productivos y más caros y si vuelan una vez al mes serán los más caros del mundo. Digo yo.

Creo que el que inventó el círculo vicioso se refería exactamente a todo esto, así que, por favor, si ustedes entienden algo o pueden explicarme cómo salir de este bucle, soy todo oídos.

Y mientras me lo explican les cuento que lo que empezó siendo un goteo ahora es un chorreo de pilotos de Iberia que se están marchando, de magníficos profesionales de altisima experiencia que como la inmensa mayoría de la plantilla no tienen inconveniente en soportar los palos salariales que han soportado si es para hacer que su empresa, que tiene 85 años de historia, sea viable, compita otra vez y crezca. Pero están hartos de ser vapuleados cada día por la opinión pública y no ven ningún futuro profesional en una Iberia que se desangra, ni en un país que no les quiere.

Me duele que se vayan, pero no me extraña. Es muy duro tener que emigrar, lo se por experiencia, pero en el Golfo Pérsico, en Vietnam, en Turquía o en China tienen más futuro que en una compañía que parece a punto de desaparecer. Además les pagan una fortuna y no les insultan todos los días ni son unos apestados.

En fin, que visto lo visto hay veces que es mejor no casarse con nadie.

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Autor

Enrique Zubiaga

Soy un aviador vasco que he visto mucho mundo y por eso puedo decir alto y claro, y sin temor a equivocarme, que tenemos un país increíble y que como España en ningún sitio.

Enrique Zubiaga

Soy un aviador vasco que he visto mucho mundo y por eso puedo decir alto y claro, y sin temor a equivocarme, que tenemos un país increíble y que como España en ningún sitio.

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