Hoy les voy a plantear la siguiente ecuación:
A- Si por una parte tenemos que la Policía Nacional y la Guardia Civil investigan a fondo y dicen que esto de Bildu y Sortu huele entre muy mal y fatal.
B- Si por otra parte tenemos que el Tribunal Supremo, formado por los jueces supuestamente más prestigiosos de la nación, confirma lo que dicen la Policía y la GC y dice en su auto de ilegalización cosas como estas: «Se trata de una nueva estrategia de engaño orquestada por ETA para burlar la ilegalización y conseguir estar presente en las instituciones a través de esa técnica de desdoblamiento»… «es ETA la que ha gestado, alentado y tutelado la estrategia de Batasuna de crear un nuevo partido político».
C- Si resulta que otro tribunal -un tribunal político llamado Tribunal Constitucional y formado por «magistrados» que no tienen necesariamente que ser jueces, pero que son designadas en cambalaches de mercado persa por los partidos políticos- enmienda la plana al Tribunal Supremo y decide que no, que Bildu y Sortu no huelen tan mal y que ambos disfraces, los enésimos de ETA/Batasuna, son legales…
D- Podemos concluir sin demasiado temor a equivocarnos que el Sr. Montesquieu y sus ideas trasnochadas sobre la separación de poderes están definitivamente muertos y enterrados. Al menos en España.
Por mi parte, como estoy profundamente indignado y me siento gravemente perjudicado por la decisión tomada por seis de los once miembros de ese tribunal -curiosamente todos ellos pertenecientes al llamado «sector progresista», y ya tiene narices que se repartan el tribunal entre conservadores y progresistas– he decidido seguir el consejo de una amiga, cuyo marido fue asesinado por ETA, y enviar esto al correo del Constitucional, dirigido a esos seis individuos que nos han metido este nuevo gol. Gol que sin duda habrá sido festejado con champán en muchas cárceles y en todas las herriko tabernas del País Vasco:
Fecha: 21 de junio de 2012 19:59:17 GMT+02:00
Para: [email protected]
Asunto: Sortu
Señores:
Como vasco y como español siento vergüenza, y miedo, por la legalización de Sortu. Su decisión la pagaremos muy cara todos los españoles, pero sobre todo los vascos.
Enrique Zubiaga