MUNDO INSOILITO

Granja para el engorde de jóvenes esposas

Granja para el engorde de jóvenes esposas
Granjas para el engorde de jóvenes esposas. LL

Si usted cree que lo ha visto todo, está en un error. la realidad muchas veces supera a la ficción.

En la Mauritania más profunda, según publica el blog Kurioso centenares de adolescentes son enviadas a granjas privadas para sobrealimentarse a la fuerza y convertir su insana orondez en la dote de futuros pretendientes.

Niñas desde los 5 años son internadas en estas granjas donde forjan sus rollizos cuerpos.

La veneración milenaria por la obesidad como símbolo de riqueza ha degenerado en un problema de salud pública en las zonas rurales desde que la Junta militar se hizo con el poder.

La práctica del Leblouh o –alimentación forzosa- es una herencia cultural de las tribus patriarcales del interior de África –Malí, Nigeria-; pero también es una vetusta costumbre inherente a otras sociedades tribales en otros tantos continentes.

El siguiente video, fragmento del excelente documental Mondo Cane de Paolo Cavara, muestra una tradición similar en las etnias del pacífico sur (Norte de Australia) de mediados del siglo XX.

Las mujeres pretendientes del patriarca son enjauladas como animales mientras se les ceba, durante seis meses, con yuca y tapioca hasta alcanzar el peso que excite al gran jefe (al menos 120 kilos). No os perdáis la ‘percha’ de éste último.

El Leblouh está íntimamente ligado a los matrimonios precoces. Las niñas de nueve, siete, e incluso cinco años son alimentadas a la fuerza por las llamadas “engordadoras” -viejas mujeres de la tribu ilustradas en dietas grasas-, obligándolas a tragar enormes cantidades de mijo y leche de camello o incluso su propio vómito si rechazan los primeros.

Esta práctica es considerada la manera más rápida de acceder al matrimonio sin poseer una dote material que ofrecer al pretendiente. Con ello Mauritania es uno de los pocos países africanos en los que, en promedio, las niñas reciben más alimentos que los niños.

“En Mauritania, el tamaño de una mujer es proporcional a la cantidad de espacio que ocupa en el corazón de su marido” Aminetou Mint Ely, integrista pro derechos de la mujer de Nuakchott

El engorde se realiza durante las vacaciones escolares o en la estación de las lluvias cuando la leche de camello es más abundante. Las niñas son enviadas fuera de sus casas sin entender muy bien por qué. Sufren el tratamiento pero se les convence de que la grasa les traerá su felicidad. Mientras las ceban, las matronas utilizan palos que hacen rodar sobre sus muslos, para romper los tejidos y acelerar el proceso.

Con el nuevo despunte de esta tradición el proceso de engordamiento está importando procedimientos occidentales; consumiendo hormonas animales o medicamentos que aumentan el apetito pero con importantes efectos secundarios y que son importados de manera ilegal en el mercado negro mauritano.

La tradición estaba siendo devorada por el peso de la historia y la cordura del progreso hasta que la Junta Militar se hizo con el poder tras un Golpe de Estado el 6 de Agosto de 2008.

El nuevo gobierno más conservador y tradicionalista no ha sido reconocido como legítimo por medio mundo y ha recuperado esos viejos hábitos caducos y bastardos que la mano militar está imponiendo ahora en las zonas más rurales allá donde las campañas sanitarias de concienciación no han llegado aún.

Según informa la BBC se calcula que el 11% de las niñas del país son sometidas, todavía, a la dieta grasa.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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