La no boda de la duquesa de Alba con Alfonso Díez-Carabantes ha quedado en un segundo plano para los hijos de Cayetana Fitz-James Stuart, después de un verano de lo más agitado. Lo que realmente les preocupa ahora es el delicado estado de salud de su madre, que el sábado les volvió a dar un susto tremendo, según cuenta el diario El País.
La mujer con más títulos nobiliarios de España había acudido a la primera boda de uno de sus nietos, Javier Martínez de Irujo (hijo de Alfonso), con Inés Domecq, en Jerez de la Frontera. En silla de ruedas, sí, pero contentísima, según recoge El Semanal Digital.
Se retiró pronto al sevillano Palacio de Liria porque no quería hacer excesos. Antes de acostarse se tomó un zumo de naranja. Un gesto inocente que casi le cuesta la vida: se le atragantó al pasar por el conducto respiratorio e hizo que se le encharcaran los pulmones, lo que le produjo un fallo cardiaco. Tuvieron que intervenirla de urgencia, y fue eso lo que le salvó, según fuentes de su entorno.
Según desvela el periódico de Prisa, la Grande de España padece una isquemia cerebral e hidrocefalia. Esto le produce una reducción del flujo sanguíneo que afecta al normal funcionamiento del cerebro y una demencia que puede ser progresiva. En la Casa de Alba empiezan a temer que la matriarca sufra complicaciones graves y no llegue a soplar las 83 velas.
