El sueño de Arantxa Sánchez Vicario

El sueño de Arantxa Sánchez Vicario

Arantxa Sánchez Vicario cumplió ayer por la tarde el sueño de casarse con el empresario Josep Santacana, su pareja desde hace un año. Y lo hizo en el castillo de Peralada, en el Alt Empordà.

Pero además, la tenista dio el «si quiero» rodeada de su familia, sus padres y hermanos, con los que se decía que tenía desavenencias tras el anuncio del enlace, pues según la prensa del corazón, Santacana tenía problemas económicos, y eso había molestado a su familiares.

Ayer, una radiante Arantxa salió del hotel Golf, en Roses, junto a su padre Emilio, en un Hispano Suiza blanco del año 1925, propiedad de unos íntimos amigos de la familia, y que la tenista ya utilizó en su anterior boda. Minutos antes habían salido el mismo hotel, su madre, Marisa, acompañada de sus hijos, Emilio, Javier y Marisa y sus nietos.

En las puertas del castillo de Peralada, numerosos fotógrafos y curiosos esperaban la llegada de la novia, vestida con un traje color crema de encaje y escote en pico. También esperaban a los 300 invitados entre los que estaban Joan Laporta, Sergio Casal, Albert Costa, Conchita Martínez, Miguel Indurain, Emilio Butragueño, Álvaro Bultó, Gemma Mengual y Manuel Fuentes.

La novia entró a la biblioteca del castillo, precedida por todos sus sobrinos, que actuaron de pajes. Durante la ceremonia civil, cuatro amigos de la pareja realizaron emotivos parlamentos.

Arantxa estaba muy guapa con el semirecogido que le hizo Albert Cerdan. Se le notaba muy feliz. Días antes del enlace confesó a una buena amiga suya que «estaba menos nerviosa que ante una final de un Gran Slam». Arantxa y Josep están muy enamorados y tal era el deseo y la ilusión de casarse que han querido encargarse personalmente de todos preparativos de su boda.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído