(PD).- El equipo de 250 personas que acompaña a la cantante pop estadounidense Madonna en su actual gira, amenaza con rebelarse debido a que fue trasladado a Niza en un vuelo de una aerolínea de bajo costo y alojado allí en un hotel del aeropuerto.
Madonna, de 50 años, su esposo Guy Ritchie, sus hijos Lourdes, Rocco y David, en cambio, viajaron en un jet privado y se hospedaron en el lujoso Chateau Saint Jeannet, un castillo del siglo XI.
Pero, como dice el refrán, lo barato puede salirle caro a la diva del pop.
«Todos están muy enfadados y algunos incluso quieren renunciar a la gira».
“Se sienten tratados como personas de segunda clase, a pesar del duro trabajo que hicieron en los últimos meses”, cita el periódico a una fuente cercana.
Mientras tanto, en Brasil la gente duerme a la intemperie para comprar entras.
