El sargo a la espalda es una deliciosa forma de preparar pescado. El sargo es un pescado de sabor suave y carne blanca que se presta muy bien a esta técnica culinaria.
Para preparar el sargo a la espalda, primero debes limpiar y desescamar el pescado. Luego, haz unos cortes diagonales en ambos lados del pez, lo que ayudará a que se cocine de manera uniforme.
Después, sazona el sargo con sal y pimienta al gusto, tanto por fuera como por dentro de las incisiones. Puedes agregar también algunas hierbas aromáticas como el perejil o el tomillo para realzar el sabor.
A continuación, calienta una sartén grande con un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Coloca el sargo en la sartén y déjalo cocinar durante unos 5 minutos por cada lado, o hasta que esté dorado y crujiente.
Una vez que el sargo esté cocido, retíralo de la sartén y colócalo en un plato. Puedes adornarlo con rodajas de limón o lima y un poco más de perejil fresco.
El sargo a la espalda es un plato versátil que puedes acompañar con diferentes guarniciones. Algunas opciones populares son las patatas al horno, ensalada fresca o arroz blanco. ¡Disfruta de esta deliciosa preparación de pescado!
Ingredientes
- 2 sargos de 600 g cada uno.
- 4 dientes de ajo
- Guindilla picante o cayena.
- Vinagre, sal y aceite de oliva.
Modo de hacerlo
Pedir en la pescadería que nos limpien y abran los sargos por la mitad, quitando la espina central, formando dos porciones (Lomos o filetes) para hacerlas a la espalda.
(Para una más bonita presentación se le quita con tijera la espina de la aleta, pero se asa al mismo tiempo y su sabor es exquisito).
Se sazona cada una de las mitades con sal y embadurnadas con aceite de oliva se asan a la plancha por la parte de dentro hasta que estén doradas solamente por ese lado.
Se pasan a una bandeja de horno untada con aceite y se meten a horno fuerte moderado 225º bajando inmediatamente la temperatura al mínimo durante cinco minutos.
En sartén, con un decilitro de aceite se pone los ajos fileteados y cuando empiece a hervir se retira del fuego. Fuera del fuego empezarán a tomar color dorado los ajos. Entonces se añade las guindillas partidas en aros o cayenas enteras y unas cuatro cucharadas de vinagre y agitar la sartén para que se mezclen los jugos.
Servir caliente, en fuente, regando con esta salsa, o servir la salsa en salsera.
Este mismo plato también se puede realizar con doradas o lubina.