El pulpo es uno de los cefalópodos más apreciados gastronómicamente -sobre todo en las culturas mediterránea y asiática- al que podemos sacar mucho partido por la textura inconfundible de su carne, y por su sabor suave, delicado y sabroso. La variedad comestible más popular es la conocida científicamente como octopus vulgaris.
Desde un punto de vista nutricional, este marisco (sí, marisco y molusco, cefalópodo y más concretamente octópodo por sus 8 tentáculos) destaca su alto aporte en proteínas, minerales y vitaminas.
Nos aporta selenio, fósforo, calcio y es rico en vitaminas del grupo B. Además, tiene la ventaja de aportar al organismo una cantidad moderada de calorías (sólo 58 por cada 100 gramos) ya que apenas posee grasa.
INGREDIENTES:
1 kg de pulpo previamente cocido.
200 g de coliflor.
100 g de patata.
200 g de pimentón.
1 I de aceite.
1 cabeza de ajo.
sal.
Modo de hacerlo:
Cocemos el pulpo con agua sola; cuando lo tengamos cocido, lo sacamos
del agua y lo estiramos. Cortamos los tentáculos del pulpo a lo largo y lo marcamos a la plancha.
Reservamos.
Por otro lado, limpiamos la coliflor y la ponemos a cocer con unas patatas; cuando esté cocida, la pasamos por la Turmix hasta que quede
hecha puré.
Salsa gallega:
En aceite de oliva doramos ajo; una vez
que esté casi dorado, lo retiramos del fuego y le añadimos el pimentón dulce. Dejamos reposar y decantamos.
Ponemos una cama de puré de coliflor, las porciones de pulpo por encima y bañamos con un poco de salsa a la gallega.
