La mesa y la importancia de un buen desayuno

LA MESA DEL DESAYUNO

La preparación de la mesa, no ha de convertirse necesariamente en un trabajo rutinario, reflejando el carácter gris y mecánico de los días laborables que precisamente por esa razón exigen una mayor variedad para no caer en la monotonía.
chocolate en taza con picatostes
Animarse por los colores, aportar un poco de fantasía y una alegre nota de colorido a la mesa que contribuirá así a infundir el buen humor al emprender la nueva jornada.
Mermelada de albaricoque y pan tost 97
Poner la mesa de forma vistosa y decorativa.

Un simple mantel o camino de mesa y servilletas de vivos colores y un pequeño ramo de flores puede ser suficiente para convertir la comida o el desayuno en un motivo de fiesta.

Un alegre comienzo de la jornada, puede constituir ya el desayuno servido en una mesa de gran colorido.
Piña y kiwi
Junto al balcón o ventana o en una terraza donde llegue la claridad del sol que contribuya a la buena disposición de ánimo.

Poner variedad de mermeladas.
Poner pan tostado en casa en cestillos previamente cubiertos con una servilleta de tela.
Las tablas de madera para partir el pan del día, justo el necesario para untar la mantequilla, con la ventaja de que se lavan fácil.

El pollo de paja o de porcelana mantiene los huevos calientes largo rato
Plum cake con frutas

El propio sentido común muestra al desayuno como una importante comida de las tres o cuatro que la mayoría de las personas diariamente llevan a cabo.
En algunas culturas, el desayuno alcanza una importancia tal que es considerado como la principal comida del día, no solo por los alimentos que lo componen sino por la función social que este desempeña.
bizcocho yugur
Ahora, desde el punto de vista fisiológico, la primer comida del día irrumpe un período de ayuno muy prolongado: Las horas de sueño. Durante el sueño, muchas funciones cerebrales “se duermen” necesitando del aporte energético que les proveerá el desayuno para reactivarse para el día. Los nutrientes básicos para cumplir con este objetivo son las vitaminas, hierro, zinc y el calcio entre otros minerales.

Un buen desayuno se define como una equilibrada combinación de lácteos, pan, cereales y frutas variadas que combinadas representan el 30% de los nutrientes que necesita diariamente el organismo para funcionar correctamente para funcionar durante el día. Así mismo, un desayuno completo está ligado a un mejor rendimiento físico y psíquico.

Según diversos estudios, se ha demostrado que la primer comida del día ayuda a los niños a pensar con rapidez, prestar atención y comunicarse en forma apropiada con el entorno.

Un niño en edad escolar que concurre a su colegio sin desayunar correctamente tiene dificultades de concentración y memoria, o también puede sentirse cansado y
nervioso. Todas funciones cerebrales, que se han vinculado con el buen desayuno.

Es importante tener en cuenta que el cerebro se alimenta de glucosa y funciona a través de ella. Por tanto, el desayuno debe aportar 140 gramos de esa sustancia, que de no ser incorporada el organismo estará obligado a reemplazar dependiendo de las grasas, fuente de combustible de reserva, aunque bastante menos eficaz.
La falta de conciencia sobre la importancia del desayuno cruza todos los sectores sociales, debiendo entonces educar a la gente para que valorice correctamente la función biológica de esta temprana comida.

Los elementos que debe contener el desayuno son:
Lácteos en general: leche, yogur, queso, que combinados con los cereales aportan proteínas de alto valor biológico, más calcio, hierro y zinc. Cereales en copos, galletas o pan: Son un buen vehículo energético y aportan hidratos de carbono a la dieta y por ende ayudan a la presencia de glucosa. Frutas y jugos: Para aportar las vitaminas hidrosolubles necesarias para el organismo (estas no se acumulan en el organismo) y deben ser incorporadas diariamente. Estas, también ayudarán al buen funcionamiento de intestino y órganos digestivos.

Entonces, en un desayuno adecuado se deben combinar ingredientes como: Una taza de leche con azúcar, Cereales, rodajas de pan o galletas untadas en queso y/o mermelada.
Frutas que aporten vitaminas (cítricos, kiwis, frutillas, etc.)
Según la dieta que se este llevando a cabo, se deberá ajustar la cantidad de calorías que el desayuno aporta al cuerpo, donde normalmente se concluirá en un valor cercano a las 300 kilocalorías.

Este valor rige normalmente para todas las dietas de adelgazamiento, donde se suprimen las frutas del desayuno y se las incluye durante el resto del día para evitar ansiedad o hambre en el individuo, pero siempre alcanzando un valor cercano al mencionado y aportando los mismos nutrientes con una separación de tiempo de 2 horas entre desayuno y nueva ingestión.

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Autor

Mª Rosario Aldaz Donamaría

Mª Rosario Aldaz Donamaría, profesora de cocina y repostería, autora libro escuela de cocina navarra "El Bosquecillo" y abierta a cualquier sugerencia, opinión o comentario.

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