¿La mejor titulación? “Licenciado en Actitud”

¿La mejor titulación? “Licenciado en Actitud”

Ernesto del Valle - Formación y nuevas tecnologías - La actitud es lo que cuenta

¿Qué es lo que más valoran los líderes en un colaborador? Cuando un joven no tiene experiencia, ¿qué le convierte en candidato a tener su oportunidad? En una sociedad que rinde culto al talento, ¿aún valoramos en su justa medida la “actitud”?

Lo que realmente espera un líder de su equipo

Los grandes triunfadores de nuestro tiempo, en los negocios, en la investigación y en las artes, a menudo restan importancia a sus propios méritos y ensalzan el valor de sus colaboradores.

Este gesto de modestia, frecuente en entrevistas y casi obligado en ceremonias de entrega de premios, suele tener sus propios códigos. Hace tiempo me propuse descubrirlos, y en el camino me llevé alguna que otra sorpresa.

Te propongo un  ejercicio:

La próxima vez que veas a un prohombre ensalzando a su equipo, presta atención a sus elogios. ¿De qué tipo son? ¿qué palabras escoge y qué palabras evita? Observarás, como yo lo he hecho, que en la mayoría de los casos lo que alaba son características relacionadas con la actitud y los valores.

A todo colaborador se le supone que sabe hacer su trabajo; a todo aprendiz, se le supone que aprenderá; es la actitud lo que realmente marca la diferencia, porque…

…La actitud crea vínculos en el terreno de las emociones.

La pasión no se enseña ni se aprende

La primera vez que me propuse estudiar cómo los líderes elogian a sus equipos, lo hice con una idea preconcebida: esperaba escuchar y leer alabanzas relacionadas con el talento. Me equivoqué. Los elogios que encontré con más frecuencia hablaban de:

“Entrega”, “pasión”, “fidelidad”…

Donald Trump dejó muy bien definida esta visión en una de sus frases más citadas:

“Solo trabajo con los mejores, no se trata de los mejores currículums sino de la actitud correcta” Donald Trump

Hace muchos años, uno de mis mejores maestros me dijo:

“A todo se aprende en esta vida, pero la actitud se tiene o no se tiene.”

La persona que pronunció esta frase me brindó una de las primeras oportunidades profesionales que tuve en mi carrera, cuando aún era muy joven y muy inexperto. Aunque por aquel entonces sabía incluso menos de lo que sé ahora, una actitud correcta bastó para merecer, a los ojos de mi mentor, la oportunidad que tanto necesitaba. Y es que:

Un buen líder se interesa por las personas, y no se deja impresionar por un CV caro.

El enfoque RRHH: actitud y empleo

Los mejores reclutadores suelen prestar una atención muy especial a determinados aspectos relacionados con la actitud del candidato. Siempre lo han hecho, pero desde que el mundo se ha vuelto más “social” y más “conectado”, han aparecido aspectos nuevos:

  • Actitud frente a las nuevas tecnologías
  • Actitud frente a la diversidad
  • Actitud en las relaciones dentro de estructuras muy horizontales (equipos poco jerarquizados)

En el entorno de las nuevas tecnologías, que es el que conozco bien, puedo asegurarte que el esquema básico en un proceso de selección sigue un modelo muy simple y muy directo, basado en el mix cualificación+actitud :

  • ¿Tiene experiencia el candidato en este trabajo? En caso negativo ¿tiene talento y base suficientes para aprender con un plazo y coste razonables?
  • ¿Tiene la actitud adecuada?

Atención a la clave “oculta” de este esquema de selección:

En torno a la cuestión “¿sabe hacer el trabajo?” hay cierto margen de maniobra; en torno la cuestión “¿tiene la actitud adecuada?”, no.

En el fondo esto tiene toda la lógica del mundo. En todas las actividades pioneras a lo largo de la historia, esta ha sido la norma:

Al pionero lo define su actitud, nadie es experto en ser pionero.

…Y para bien o para mal, las nuevas profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías tienen aún un carácter pionero innegable: la mayoría no existían hace 10 años.

Si actúas como si algo fuera posible, acabará siéndolo

¿Estás de acuerdo con este epígrafe? Esa idea resume, más o menos, lo que muchos conocen como “el campo de distorsión de la realidad de Steve Jobs”.

Para hacer cosas que se creían imposibles, para alcanzar las metas más elevadas, hay que creer que es posible y actuar como si fuera posible. Un gran líder es capaz de crear el clima propicio para que su equipo participe de su visión hasta ese punto.

Cuando un equipo tiene pasión, se le nota por su actitud. Sin embargo, hay personas que se apasionan de manera natural, personas que se apasionan sólo si se dan las condiciones adecuadas (aquí entraría la mayoría de la gente) y personas que no se apasionan jamás. Estas últimas, de alguna forma, se sienten compelidas a poner distancia entre ellas y su trabajo, entre ellas y los demás.

No estoy cualificado para entender o explicar por qué hay personas incapaces de apasionarse o de involucrarse, cuál es el origen de este rasgo de su carácter, o si se puede corregir, pero de una cosa estoy seguro: existen. ¿Has conocido a alguna persona de este tipo?

Networking es Actitud

A los jóvenes norteamericanos se les enseña que “relacionarse con los demás y conocer gente” es un epígrafe irrenunciable en el check-list de cosas por las que se tienen que esforzar en esta vida para triunfar y ser felices, junto a otras como “comer sano y hacer ejercicio regularmente” o “leer”.

De hecho, socializarse más es uno de los típicos buenos propósitos para el nuevo año que después mucha gente (en países anglosajones) se lamenta de no haber cumplido.

Pocas cosas hay en la vida más beneficiosas para mejorar nuestra actitud que conocer gente y ver mundo. En el ámbito del empleo y de los negocios, crear y cultivar relaciones profesionales (¡y personales!) es la mejor manera de mantener nuestra actitud sana y lustrosa. No lo dudes:

El networking (crear redes de contactos profesionales) es una actividad que demuestra actitud y que crea actitud. Practícalo.

El efecto off-side

Con frecuencia he comprobado cómo las personas con peor actitud son víctimas del efecto “off-side” (fuera de juego).

No tengo claro si estar “fuera de onda” es consecuencia de una mala actitud, o si por el contrario es la causa. Tiendo a pensar más bien lo segundo. Veamos un ejemplo:

Conocí a un veterano del marketing que se vio desplazado de su empresa, hasta el punto de perder el empleo, a medida que los jóvenes del área online iban ganando terreno en la estrategia y el presupuesto de la marca.

Este veterano, escarmentado, finalmente se recicló profesionalmente para desempeñar funciones en marketing online. Sin embargo, en el terreno personal, seguía manifestando un rechazo visceral por las nuevas tecnologías, y en especial por las redes sociales.

Esta actitud es fácilmente detectable para los expertos en Recursos Humanos 2.0, y constituye una razón de peso para excluir a este veterano de los procesos de selección. Él se siente injustamente excluido, y ese sentimiento lo enroca aún más en su actitud negativa hacia el entorno en el que, paradójicamente, aspira a ganarse la vida.

Al final, se ha visto arrojado a un círculo vicioso del que no puede salir.

Una conclusión

Si quieres mejorar tu actitud profesional de manera natural y honesta (porque no se trata de impostarla), el mejor consejo de cuantos se ven por ahí, en mi opinión, es este:

Adquiere nuevos conocimientos y mantente a la última. Por esta vía, conseguirás múltiples beneficios que tendrán un impacto directo en tu actitud ante el trabajo y los desafíos. Por ejemplo, te sentirás más seguro de lo que haces y de lo que dices; te comunicarás mejor; serás más escuchado y tenido en cuenta, y al notarlo, tu actitud cambiará para adaptarse al nuevo escenario.

Cuando estás en primera línea, tu visión del mundo cambia y tu actitud lo refleja.

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Carlos Fernández

El marketing online y el SEO forman parte de mi vida desde el 2005, cuando empecé a hacer webs en frontpage pero sabía que se podía hacer mucho mejor.

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