El mercurio sube y nuestras ganas de disfrutar de postres soleados también en pleno corazón del invierno. Nada mejor que el refrescante albaricoque para ayudarnos a componer un postre sencillísimo, delicado y adecuado tanto para desayunar como para merendar.
Para seis personas, precalentar el horno a 200º. Abrir una lata mediana de albaricoques en almíbar, recuperar la fruta, escurrirla a fondo y reservarla.
Mixar 200 gr de harina, 150 gr de mantequilla, igual peso de azúcar, 1 paquete de levadura química, 1 pizca de sal, ½ cucharita de canela, 70 gr. de pistachos y 4 huevos enteros.
Verter esa masa en un molde de tarta enmantequillado, repartir los albaricoques escurridos y hornear a 200º unos 45’. Dejar entibiar a fondo, desmoldar con precauciones, espolvorear un poco de azúcar cristalizado o pintar la superficie con mermelada de albaricoque para dar brillo. Decorar con pistachos enteros y servir acompañado de nata fresca batida. Como siempre, la elección especiada y frutal puede variar, así que a vuestros delantales y a experimentar. Contaros vuestras experiencias y resultados, ese postre es francamente bueno y muy aromático. ¡Que lo disfrutéis!