La fruta escarchada es una de esas delicias a las cuales todo gourmet sacrifica alegremente. Por tanto, proponemos unos potitos maravillosos de flan a su aroma y textura, hechos en un santiamén y devorados en mucho menos.
Laminar lo más finamente posible 200 gr. de tiras escarchadas de limón y naranja. Reservarlas. Precalentar su horno a 180º. Hervir medio litro de leche desnatada con una vaina de vainilla cortada transversalmente, añadir el zumo natural de una naranja. Infusar media horita y retirar la vaina.
En la batidora, mezclar 4 yemas de huevo con 50 gr. de azúcar blanco y la leche infusada. Verter en flaneros individuales, añadir las láminas de frutas, cocer al baño maría unos 35’.
Refrigerar 4 horas, consumir con bizcochos de soletilla y té de bergamota. Buenísimo.