Un año después, he regresado a Suecia y me siento muy feliz.
He aterrizado en el aeropuerto capitalino de Arlanda en una nave de Norwegian con tripulación portuguesa y un pasaje repleto de suecos. Faltaría más.
(Algunos me recuerdan a protagonistas de la serie «Bonusfamiljen» que veo en Netflix).
Qué grato es ver de nuevo las calles tranquilas del centro de Estocolmo, con la temperatura suave de primavera subida, justo cuando Suecia se pone estupenda.
(Pernocto en las afueras, junto al Morby Centrum, en casa de mi hija. La tranquilidad lo invade todo).