Cualquier día que regrese a la UAB utilizaré mi portátil para recopilar los recuerdos de Mis tiempos de estudiante allí. Los tengo tan vivos en la mente, tan precisos, tan arraigados. Uno de ellos se refiere a la verticalísima escalinata hasta el doctorado, donde yacía la biblioteca general. Pasé allí momentos muy dispares: de gran gozo intelectual pero también de profundo pesimismo existencial.Esto último no ha desaparecido del todo, mal que me pese. Hay días que lo noto más vivo que nunca.
(Aquella escalinata era una precisa metáfora de cómo veía las cosas: la ambición por un horizonte de altura pero el vértigo del ascenso, siempre en soledad).