Lo considero un regalo caído del cielo: la serie fílmica «Borgen» es de lo mejorcito que he visto en mucho tiempo. Cada capítulo es una oportunidad de aprendizaje sobre la política, el mundo y la condición humana.
Los guionistas y realizadores han impregnado un ritmo antológico que te permite vivir cada episodio con la máxima intensidad, de una manera creíble y sin artificio.
Las vicisitudes de la protagonista principal, la flamante primera ministra danesa, ilustra las dificultades de la toma de decisiones en entornos complejos, los precios personales (incluidos los familiares) que se pagan, el papel poco edificante de los medios de comunicación y la importancia del embuste en las relaciones humanas.
(Con toda mi gratitud para los amigos que de manera tan certera me prescribieron esta serie).