Interesante digresión antropológica que he escuchado recientemente: los países que plantan trigo generan culturas individualistas (Occidente) mientras que en aquellos lugares dedicados al arroz prima el trabajo colectivo, el espíritu de colaboración (Oriente).
En el primer caso la lluvia riega los campos a su antojo. En el segundo, los unos dependen de los otros, la tarea es común. Así los resultados.
(Todo tiene una explicación. Y al fin y al cabo, eso es la cultura: la respuesta humana al reto de la supervivencia).