La media hora final del film «Los archivos del Pentágono» se me antojó anoche emocionante. Voy muy poco al cine y me duele cuando salgo decepcionado. No fue el caso. Con todo, la película va envuelta en un halo de romanticismo bien alejado de la cruda realidad de la actual era de la postverdad que nos ha tocado sufrir.
(En julio de 1976, adolescente yo, visité la redacción del New York Times en Manhattan y me llevé un trocito de galerada de plomo de recuerdo; cuán lejos queda aquella época de la actual era digital en que las decisiones de difundir una información se cuentan por segundos…)