Desde hace unos años siempre que paso por el barcelonés barrio de Sants me adentro por la calle de les Olzinelles. Aparenta ser una calle más pero como el que no quiere la cosa te adentra en el Sants profundo, obreril y multisorpresa, hasta desembocar en ese barrio improbable llamado La Bordeta.
Recomiendo a mis lectores que no pierdan la oportunidad de conocerlo. De descubrir sus tiendas y pequeñas negocios, pasar por delante de l’Ateneu de la Lleialtat y empaparse de sociedad civil pura y dura que impregna hasta el último palmo de aquella extraordinaria calle.
(Muchas veces buscamos el exotismo allende los mares y lo tenemos en realidad a la vuelta de la esquina).