Bello partido anoche en el Nou Camp (Barça 5-Español 0) y sublime Lionel Messi con su hat-trick y liderazgo sobre el campo. Es un privilegio tenerle. Marca un antes y un después. Por contra, preocupante la tristeza (bueno en cambio el nivel de juego) de Andrés Iniesta. Algo pasa y tras el diluvio de millones de la pretemporada sería enojoso que fuera una cuestión de dinero.
Soy un gran admirador de Andrés Iniesta: por su calidad y por su actitud. Que una persona así no reciba suficiente reconocimiento -si tal es el caso- me duele. Refleja, también, situaciones vividas por mí mismo que no deseo a terceros.
¿Tanto cuesta brindarle un óptimo fin de carrera a una persona que lo ha dado todo por la entidad? ¿Debe reclamarlo el interesado? ¿No sería lo justo que le viniera dado?
(Lo de Iniesta es un síntoma del lado oscuro del fútbol como negocio.)