En estas horas un huracán sin precedentes asola el Caribe. Justo en una semana en que yo debía estar en República Dominicana pero -ya días atrás- el viaje debió ser cancelado. Feliz casualidad para mí. Los temporales te hacen tener el alma en vilo. Y éste prevé vientos huracanados de 300 kilómetros por hora: la naturaleza en plena furia.