Hoy es mi santo pero mi querido amigo Emilio Sol Bartolomé faltará a la cita: no me llamará.
No me llamará como lo hacía todos los años hasta su reciente muerte, todos los 18 de Eneros también(mis cumpleaños, creo recordar que el mismo día que su hermana Mariona) o indefectiblemente la Noche Buena y el primero de Año.
La llamada consabida no se producirá y es una orfandad con la que tendré que aprender a convivir.