Una dolorosa tendinitis en el codo derecho me ha tenido tres días fuera de combate. ¡Qué alegría que casi ya ha desaparecido! La atribuyo al acarreo de equipaje desde Santo Domingo. Lo que era una pequeña molestia se convirtió a los pocos días en extremo dolor, probablemente derivado de dos bienintencionadas aunque a la postre inoportunas sesiones de natación. No debí forzar y lo hice.
(Cuánto dolor puede provocar un tendón alocado. Y qué bien tratado me sentí en el servicio de urgencias de la Clínica del Pilar de Barcelona)