Desde esta semana añado a mi acervo lingüístico la lengua sueca. He comenzado su estudio justo hace cinco días con el propósito de concluir 2016 a las puertas (o ya metido) en nivel B1 (medio-bajo según la nomenclatura educativa europea).
Razones familiares y profesionales me empujan a su estudio. No se extrañe por ello que en mi cuenta de twitter (@maviolan) haya iniciado ya mis pinitos colgando mis primeras frases en sueco.