Esto es lo que hay

Miguel Ángel Violán

Un tal Felipe Cuesta

Esta madrugada soñé premonitoriamente que tenía que llamarle. Que él me quería agradecer algo. Unas horas más tarde, mediodía del lunes, me aturde una llamada desde Palma:
-Felipe ha muerto en Madrid. Nos ha dejado esta madrugada.

Don Felipe Cuesta y Cuesta era un abogado de los buenos. Se ganó la confianza de don Luis Riu Bertrán, cofundador de la cadena RIU, y del socio alemán, la TUI, lo que le convirtió en letrado de referencia para ambas grandes empresas durante los años setenta y ochenta.

Un amigo común, Antonio Gómez Frank, nos presentó a finales de los noventa. Yo por entonces era director de Comunicación de RIU. Fue el comienzo de una amistad que ha resistido la diferencia de edad y el paso de los años.

Indefectiblemente cada vez que me desplazaba a los Madriles para impartir en Instituto de Empresa, llamaba a Felipe y nos veíamos. Admiré en él su fuerza de voluntad, una tenacidad a veces corrosiva y un inverosímil equilibrio entre la dureza con la que gestionaba los pleitos y la dulzura con la que sintió la llamada de la India. La Asociación Kanyakumari fue el centro de sus desvelos para dar techo y una esperanza a los más desgraciados entre los desgraciados.

Admiré su gesto y su devoción y me animé por ello a donarle todos los beneficios de mi primer y exitoso libro: «El Método Guardiola». Fueron unos cuantos miles de euros para alimentar bocas y socorrer ancianos pero que por encima de todo alimentó nuestra amistad y devengó unas cuantas complicidades y conversaciones a calzón quitado.

Admiré de Felipe su capacidad de lucha y su entrega. Siempre imaginé que como enemigo debía de ser temible. Pero de tal faceta nunca pude dar testimonio. A mi lado Felipe fue un hombre paternalista y sin dobleces. Me hizo entender aspectos inverosímiles del negocio turístico y -sin proponérselo- me ayudó a comprender los estragos del franquismo sobre varias generaciones de españoles.

Los libros autobiográficos que don Felipe escribió merecen lectura atenta. Especialmente las páginas sobre sus orígenes burgaleses y sus peripecias por Fuerteventura.

Me entristece saber que no podré volver a entablar tertulia con el amigo ido pero le agradezco el quedo detalle de preanunciarme su marcha muy entrada la madrugada.

(Doy mi sentido pésame a su gentil viuda, Margaret, y a todos sus hijos: la gran familia Cuesta. Como benditamente dirán de él en la India, «love and prayers» querido Felipe).

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Miguel Ángel Violán

Miguel Ángel Violán, Barcelonés. Periodista y escritor. Formador de comunicadores con millares de ex alumnos repartidos por toda España y Latinoamérica. Es doctorando en oratoria y conferenciante.

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