Esto es lo que hay

Miguel Ángel Violán

Descubrir bares con encanto en Barcelona me proporciona una gran satisfacción. Voy a referir tres hallazgos recientes:

*Cerca del Instituto Alemán de Barcelona (este verano, por cierto, se trasladará a Roger de Flor) se encuentra «Tarannà», vocablo catalán que podemos traducir por «talante». Se encuentra en la esquina entre la calle Parlamento y Viladomat. Tiene un aire joven, campestre y al mismo tiempo urbano. Me encanta la enorme mesa de madera y que sea un espacio abierto a la calle. También el aire juvenil de las camareras.

*»Rocafort 257″ (entre París y Córcega) es la dirección y también el nombre de un bareto minúsculo, con un par de mesas en la calle. Me llama la atención la vista frondosa de los árboles y el excelente bocadillo de queso manchego que preparan. (Cierto día descubrí a quien lo regenta disparando con una tirachinas a una cotorra impenitente apostada en un árbol vecino; me pareció una escena de realismo mágico).

*»El pequeño Marcelino» acaba de abrir sus puertas en Floridablanca, 64 (esquina con Calabria). Anuncia tinto de verano y (atención) vasos de gazpacho a un euro y euro medio. Me parece una idea genial. El gazpacho es por encima de todo una bebida refrescante para el verano. Ojalá cunda el ejemplo entre tanto y tan aburrido bar que hay en Barcelona que no han sido contagiado por el necesario virus de la innovación. Además, en «El pequeño Marcelino» te ofrecen gratuitamente unas patatillas con la consumición. ¿Por qué no emulan los bares barceloneses esta costumbre tan enraizada en el norte de España?

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Miguel Ángel Violán

Miguel Ángel Violán, Barcelonés. Periodista y escritor. Formador de comunicadores con millares de ex alumnos repartidos por toda España y Latinoamérica. Es doctorando en oratoria y conferenciante.

Lo más leído