Con la denominación Fuentealbilla y la silueta de varios corazones dentro de uno. Así se llama el vino de 2012 de las Bodegas Iniesta: «Corazón loco». Como la canción.
Adquirí la botella en una pizzería de la calle Entenza frente a La Modelo. Me costó 7 euros y medio. Observo que le adjudicaron la medalla de oro en el Concurs Mondial de Bruxelles. La descorché durante la final de Copa Barça-Real Madrid. Mi estómago celebró la ingesta. No pude en cambio celebrar el adverso resultado del partido (excelente sin embargo el testarazo de Bartra e impresionante la galopada del madridista Bale, ¡qué atleta!).
Es un buen vino. Me gustó. Y transcribo la bonita reseña que adjunta:
«Corazón Loco- Tempranillo Syrah 2012- Este vino es fruto de la más esperada elaboración de dos de las variedades que mejor se han adaptado a nuestra tierra. Tiene un color rojo violeta intenso, muy atractivo a la vista. Combina los aromas a frambuesa, cereza y mora del Tempranillo con las notas a violetas, cacao y regaliz de la potente Syrah . En boca resalta su franqueza, recordando todas las sensaciones que encuentras en la nariz. De paso largo, suave y persistente que hace del vino un placer para todos los sentidos.
Y significativa frase final firmada por el propio futbolista Andrés Iniesta: La pasión va por dentro.
(Una excelente autodefinición frente a quienes le achacan falta de nervio)