Cuántas plumas y voces del gremio de la información se alzan ahora diciendo el yo-ya-lo-dije en relación a la marcha de Pep Guardiola. El yoyalodijismo está fuertemente enraizado en el sector y deriva de la inexorable necesitad de recibir retribución emocional a falta en muchos casos de retribución más prosaica: un sueldo decente. (En algunos casos ni eso: es por pura vanidad de vanidades).
Dicho lo cual me abstendré de recordar lo que sobre el tema pronostiqué para no incurrir en el defecto profesional que critico.