En mi último viaje a Madrid -el pasado jueves- tres músicos diferentes irrumpieron en mi trayecto por el Metro en dirección a Instituto de Empresa junto a Gregorio Marañón desde Atocha Estación. Con toda una parafernalia de música y cante a la pos de una limosna.
La crisis musicaliza el Metro de Madrid como también le sucede -quizá en menor cuantía- al de Barcelona.
Unos y otros por los vagones con la música a otra parte.
(El signo de los tiempos)