Tras una quincena en Galicia -salpicada de viajes relámpago a otros destinos- vuelvo a estar en Barcelona y dispuesto a retomar mis muchos quehaceres.
Como cada año vuelvo de Galicia con un gran sabor de boca. Entre mis últimos descubrimientos -de la mano de mi amigo Emilio Sol Bartolomé- la tortilla de patatas del restaurante-cafetería «Marte» de Santiago de Compostela…
Ciertamente es tortilla de patatas de otro planeta. Ya de entrada destaca el rotundo amarillo de su yema. Y su patata -como es habitual en Galicia- pura ambrosía. La mejor del mundo.
Curiosamente no me ha llovido durante la quincena gallega. Y nada más llegar a Barcelona, un chaparrón de padre y señor mío da cuenta de mis huesos, cada vez más sensibles a la humedad. Pero las precipitaciones cesaron y este fin de semana ha sido solariego. Se agradece a quien corresponda.